Amanda
"Out of love- Alessia Cara"
Cuba, verano del año actual, 2019.
La noche anterior había sido inolvidable, la combinación de la noche, el baile y unos cuantos tragos hicieron que tuviera un buen curso. Debo aclarar que la mejor parte, fue Grayson al final de la noche, lo último que recuerdo es haber llegado a su habitación y que él insistía en dormir en el piso mientras yo ocupaba su cama.
-Buenos días- la voz ronca de Grayson me termino por despertar- ¿Cómo estuvo la noche? - me preguntó mientras se acercaba a la cama en la cual me encontraba para sentarse en la punta de aquella.
-Estuvo muy bien la verdad, nunca había dormido en una cama tan cómoda- contesté con una ligera sonrisa.
-Pedí algo para desayunar, normalmente suelo hacer los desayunos, pero a falta de cocina es lo mejor que puedo hacer, además, me aterra pensar que no te guste lo que preparo, ya que Ethan me ha traumado con que mi comida sabe a cartón- rio.
-No te preocupes, yo tampoco soy muy buena cocinando- contesté mientras me paraba de la cama para dirigirme al baño.
- ¿Amanda? - llamó Grayson.
- ¿Sí? - contesté dirigiendo mi mirada hacia él.
-Me gusta cómo te queda mi playera- dijo en un tono divertido y a la vez burlón.
En ese momento recordé que su playera era lo único que traía puesto, además que esta me quedaba justo a la mitad de los glúteos. Sentí que mis mejillas ardían y corrí al baño rápidamente cerrando la puerta detrás de mí. -Madre mía una disculpa, por un momento olvidé que no traía ropa puesta. - Grité apenada.
-No te preocupes, te ves hermosa- contestó- Ya llegó el desayuno, por cierto.
Salí con la ropa que llevaba la noche anterior, para mi suerte ya estaba seca. Después de aquel gran desayuno partimos hacia mi casa, Ethan insistió en acompañarnos ya que escuchó que luego de ir a mi casa partiríamos a la playa. Sabía que mi madre estaría con el Jesús en la boca, ya que no llegué la noche anterior a casa y se pondrá peor cuando sepa que dormí en la misma habitación con un chico.
Grayson insistió en dejarme hasta la puerta de mi casa a lo cual yo me negaba porque estoy segura que mi madre se pondría como una loca. Me bajé del auto para dirigirme a la portada, no alcancé ni a tocar la puerta y esta se abrió.
-Bueno jovencita ¿Qué horas son estás para llegar? – Mi madre empezaba a regañarme hasta que se dio cuenta que Grayson estaba detrás de mío. –Y usted jovencito, pensé que la traería temprano.
-La culpa es mía, lo siento mucho- Grayson habló disculpándose.
Mamá cerró los ojos y tomó una gran bocanada de aire, luego empezó a reírse sola. -Ya relájense chicos es broma, pero si me preocupé por ustedes, no es la ciudad más segura del mundo- comentó mi madre con una sonrisa.
-Para compensar su mala noche quiero invitarla a usted y a Amanda a que vayamos a la pasear en playa- Grayson dijo sonriente.
- ¿En serio? Tiene mucho tiempo que no voy a la playa, a disfrutarla más bien. Sería un placer- contestó mi madre alegre.
Entré a mi casa para buscar ropa seca y un traje de baño, mi madre se notaba emocionada lo cual me daba tranquilidad, agradezco que Grayson haya hecho esa acción.
Salimos de mi casa para dirigirnos al auto donde nos esperaba Ethan había olvidado decirle a mi madre que Grayson tenía un hermano.
- ¡Santo Dios! ¿Acaso estoy viendo doble? –gritó mi madre al ver a Ethan, el cual se hecho a reír junto con nosotros.
-Madre, él es Ethan, el hermano de Grayson- exclamé.
-Mucho gusto señora- Ethan saludó con una sonrisa.
Nos subimos al auto para dirigirnos a la playa, el mar estaba hermoso como siempre. El aire era cálido y el sol caliente. Buscamos un buen lugar para ponernos, por primera vez en mi vida sentí realmente que todo estaba estable, mi madre tranquila tomando el sol, Grayson con Ethan jugando futbol y yo observando todo a mi alrededor sin preocupación alguna, me quedé observando a gray y su hermano a lo lejos, nunca había prestado atención a los tatuajes que tenían o no recuerdo haberlos visto ya que su ropa los oculta. Los dos hermanos tienen las piernas tatuadas, y por lo visto Grayson tiene más tatuajes que Ethan. Estos adornan desde sus muslos hasta el pie, otra diferencia apuntada a la lista. Seguí intentando relajarme, pero el rabillo de mi ojo derecho percató una luz por lo cual busqué con la mirada, pero no encontré nada.
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Amor sabor a Cuba
RomanceAmanda, una joven cubana de bajos recursos económicos con grandes aspiraciones que por necesidad y una mala jugada del destino acaba sola en otro país. ¿Será capaz de vivir por su cuenta a tan corta edad? ¿Podrá contra todos los obstáculos que se...