Grayson
"She" by Harry Styles
Long Beach California. Verano del año actual, 2019
Hoy había sido un bello día para ir a la playa, y en efecto esta estaba en su mejor punto, el agua cristalina, el viento soplando a mi favor y además ese irradiante sol. Siempre intento broncearme en verano porque considero que me hace lucir un poco mejor, además que ayuda a la gente a distinguir entre Ethan y yo. Ya que este se la pasa jugando en su cueva todo el tiempo y no sale a tomar el sol, pero hoy lo había convencido de ir a la playa que está a unas cuadras de la casa donde nos hospedamos.
Elegimos empezar nuestras vacaciones aquí porque queríamos pasar más tiempo con nuestros amigos y aparte nuestro amigo Bryant nos haría una sesión de fotos para su cuenta de Instagram. Algo que no me gusta mucho de salir a lugares públicos en el país, es que no puedes pasar desapercibido y siempre hay la posibilidad que lleguen un grupo de personas a querer tomarse fotos contigo o conversar un rato, lo cual no es nada molesto, es más, me agrada poder conocer a todas las personas que nos siguen, pero lo que si no me parece correcto es cuando quieren pasarse de nivel como seguirnos a nuestras casas o intentar entrar en ella porque sí ha pasado. Por lo cual optamos en tomar un giro drástico de lugares a los cuales solemos viajar cuando estamos de descanso, usualmente siempre vamos a Hawái o Australia, pero esta vez hemos decidido ir a Cuba en unos días, he visto que tiene increíbles vistas al mar y que casi no hay mucha tecnología. Creo que eso nos caería bien porque siempre estamos pegada en ella.
Hace tiempo leí que supuestamente es un país que tiene una pinta de los años 50 por sus autos y lugares, cosa que ansío ver. En este momento me encontraba saliendo del mar y caminando para ir a la casa a desayunar ya que el despistado de Ethan se le olvido traer la comida. Colina arriba un grupo de chicas se acerca a tomarse unas cuantas fotos con nosotros a lo cual accedí, no me tomaría mucho tiempo, pero tuvimos que explicarles que íbamos deprisa lo cual no pareció importarles mucho.
Al seguir subiendo me quede mirando a los alrededores, no le estaba prestando atención a la conversación que traían Ethan con Emma. Me sentía algo excluido por la química que tienen, aunque siempre hacen el intento de meterme en ellas.
Mi teléfono comenzó a sonar y recordé que Ethan había puesto la canción del baile de la gallina, qué vergüenza me hace pasar mi hermano, pero la cambiaria luego, por inercia contesté, no se emitía ningún sonido y colgaron. Lo cual me pareció extraño y devolví la llamada. Por alguna razón mi mirada se dirigió a una chica que se encontraba caminando en dirección contraria mía del otro lado de la calle, sentí como se erizó cada vello de mi piel en el momento en que cruzábamos miradas, puedo jurar que el tiempo se detuvo. Era una chica increíblemente hermosa, tenía un cabello castaño largo que se encontraba atado en una cola de caballo, una piel color canela acaramelada brillante y un asombroso cuerpo sin pasar por alto que tenía uno de los rostros más bellos que he visto, con unos rasgos tan finos que me hacían temblar. Puedo asegurar que escuché su voz atreves de mi teléfono o puede que este alucinando, pero sus labios se movieron al mismo tiempo en el que se emitió la voz por la bocina. Noté que se sorprendió al igual que yo, colgó de nuevo y siguió su camino, a lo que por instinto la seguí para ver si en realidad era ella o estaba loco.
- ¡Espera! - grité unos metros detrás de ella y corrí hasta donde se encontraba, estar cada vez más cerca de ella hacía mi corazón palpitar más fuerte además que me hacía sentir nervioso; me detuve cerca de ella, desde lejos había notado lo pequeña que se veía, pero ahora tenerla frente a frente sí que había una gran diferencia de tamaño, en fin, espero no decir ninguna tontería. –Sé que esto puede ser una locura, pero tengo curiosidad de hacer algo- dije al momento en que sacaba mi teléfono y marcaba el número que según era el de ella, por un momento me que quede embobado al presenciar los ojos más bellos que había visto, sacudí mi cabeza ligeramente y noté que me miro como si fuese un bicho raro pero su rostro cambió en el momento en que escucho su teléfono sonar y contestó un simple –Hola- con una voz tímida, no sé porque mi boca no emitía ningún sonido, espero no verme más raro de lo que soy.
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Amor sabor a Cuba
RomansaAmanda, una joven cubana de bajos recursos económicos con grandes aspiraciones que por necesidad y una mala jugada del destino acaba sola en otro país. ¿Será capaz de vivir por su cuenta a tan corta edad? ¿Podrá contra todos los obstáculos que se...