Capitulo 24

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Nota: Los capítulos nuevos iniciaron desde el numero 20 debido a que modifique dos de los primeros capítulos, disfrútenlo.

Amanda

Light by Sleeping at last

New Jersey, otoño del año actual, 2019.

     Pasar tiempo con la familia de Grayson me hizo sentir algo triste, no porque fuesen groseros conmigo o me tratasen mal, sino porque me hizo recordar que yo no tengo una familia, solo tengo a mi madre, la cual vive en otro país, sola. Eso es lo que más me duele recordar, qué más daría para volver a tener a mi lado. Cada día se hace más grande y necesita cuidados, aunque ella diga que es fuerte, no siempre es así. Una parte de mí se siente más tranquila, ya que ahora ya tenemos una forma de comunicarnos. Grayson le obsequió un teléfono para que nos mantuviésemos en contacto, lo cual se lo agradezco de todo corazón. Lo único malo es que en Cuba no hay mucha señal ni internet, este solo está en algunos lugares, además hay que tomar en cuenta que no sería la única persona bajo un árbol intentando tomar señal, pero algo es mejor a nada.

     Ahora mismo son las seis de la mañana, me encuentro admirando el bello amanecer que otorgan estas tierras, aunque la ventana está cerrada se puede sentir el frío viento a través de ella. La madre de Grayson ha sido demasiado amable y cálida conmigo, me hizo recordar a mi mamá. Ella había destinado un cuarto exclusivamente para mí, lo había amueblado y acomodado para que no me faltase nada. Se preguntarán porque estoy despierta tan temprano, la razón es que escuché un fuerte ruido que venía de fuera, y para mi sorpresa era Grayson cortando leña para poder ponerlo en la chimenea. Apenas llevo unos minutos observándolo y no paro de pensar que luce precioso, con el atuendo que trae puesto parece un leñador. Me distraje observando un punto fijo en la ventana y luego regresé mi mirada a donde estaba Grayson trabajando, pero no lo encontré. Regresé a mi cama para poder retomar el sueño, pero antes de hacerlo cerré la persiana de la ventana.

Me levanté al sentir un cuerpo caliente acostándose a mi lado, me volteé delicadamente para encontrarme a Grayson. Apuesto que se había bañado debido a su húmedo cabello y el cambio de ropa. Nuestros rostros quedaron cercanos y uno de sus brazos me tomó por la cintura pegándome a su cuerpo, mi cabeza quedó hundida en su cuello mientras que mi brazo intento abrazar una parte de su torso. Esta era una posición muy agradable, Grayson sabía cómo acomodarse. Sentí su mano acariciar mi cabello y al momento cerré los ojos para disfrutar de la sensación. Su olor masculino entró por mis fosas nasales, su aroma es exquisito, una combinación entre seda y almendra. Podría quedarme así todo el día.

     -Buenos días hermosa- susurró en mi oído con su voz ronca.

     -Buenos días Gray- contesté delicadamente.

     -Me encanta verte en las mañanas, siento que es la forma más pura de verte- habló.

     -Tomare eso como un cumplido- sonreí por su comentario. Aun adormilada, cerré mis ojos por un momento.

     No me percaté en qué momento me quedé dormida, pero el olor a desayuno entrando por la puerta de mi habitación hizo que me levantase. Miré a mi alrededor y no encontré señales de Grayson. Me vestí con una sudadera y unos joggers que había encontrado en mi maleta. Bajé las escaleras para encontrarme a un Grayson haciendo el desayuno.

     - ¿Ahora eres chef? - pregunté riendo.

     -Te había dicho que amo cocinar, aunque Ethan diga que es pura mierda. Te prometo que sabe bien- contestó sonriente. - Cuando tengamos hijos les haré desayuno a todos y les encantará.

     - ¿Hijos? - sonreí

     -Claro, quiero tener una hija o mejor que sean dos- habló emocionado mientras terminaba de cocinar los últimos pan cakes.

     Me sorprendí al ver toda la comida que había hecho, este chico era perfecto. Lo observé embobada por unos minutos hasta que su voz me sacó de mis pensamientos.

     -Los hice especialmente para ti -dijo mientras se dirigía hacia a mí con unos pan cakes los cuales tenían una carita feliz hecha por tocino y salchichas. - ¿Te gusta? – preguntó.

     Me eché a reír, era lo más lindo del mundo

     -Claro que me gustan, gracias- reí.

     -Desayunaremos antes, tengo muchas cosas que enseñarte- habló mientras se sentaba frente a mí.

     Terminamos de comer y salimos en una moto de cuatro ruedas que Grayson tenía en su garaje. Me subí detrás de él y nos dirigimos a lo que parecía un puente de madera donde pasaba un río por debajo. El lugar era increíble, los árboles eran enormes y había muchas hojas de color naranja regadas por todo el pavimento y el solo al estar en su punto hacia todo más brillante.

     Bajamos en medio del puente para apreciar la vista. Tomé una bocanada de aire, dejé que mi cabello volara con el viento y cerré los ojos. De pronto sentí las manos de Grayson abrazarme por la cintura mientras colocaba su mentón en mi cabeza. Siempre me he sentido segura a su lado, aunque suene ridículo, siento que llevamos una vida conociéndonos, aunque solo lleváramos unos meses de hacerlo.

     -Amanda, quizás este sea el momento o tal vez no, pero siento que debo decirte esto.  Después de haber quitado el peso de mis hombros me siento mejor conmigo mismo, he aclarado mis ideas y realmente quiero agradecerte por estar siempre a mi lado apoyándome, sé que no son tus problemas, pero quiero que sepas que yo siempre estaré para ti, incluso si dejamos de ser amigos o no llegásemos a nada. Si tienes algún problema o te sientes sola, con toda confianza, búscame. Siempre estaré dispuesto a escucharte y apoyarte, así como tú lo has hecho conmigo.

     Eres una persona maravillosa y créeme que eres una de las mujeres más fuertes que he conocido, no te has dejado vencer por nada y estoy orgulloso de ti. Ve hasta dónde has llegado y sigues de pie, aunque todo a tu alrededor se esté viniendo abajo. Jamás te he visto decaer y tu actitud positiva me inspira seguir adelante. Eres un ejemplo a seguir, me recuerdas a mi padre, duro como un roble hasta el final. Te admiro y me hubiese gustado mucho que lo conocieras, era un hombre maravilloso y estoy muy seguro que a él le hubiese gustado conocerte igual. -suspiró profundamente- Soy muy malo expresándome, pero realmente quiero que sepas lo que veo en ti, eres única en el mundo y me siento afortunado de tenerte conmigo, aunque no sea de la manera en que quisiera. Desde que me marcaste por error no te he podido sacar de mi cabeza, quiero hacerte saber que jamás de defraudaré y ten por seguro que te daré todo lo que tengo y lo que soy. Sé que todo lo que dije sonó muy cursi, pero no encontraba otras palabras para hacértelo saber, Mi punto es que estoy enamorado de ti, de todo lo que eres y de la forma en que me sonríes, en la forma en que me miras, en la que me besas me traes vuelto loco y no puedo sacarte de mi mente. Cuando no hablamos por dos semanas me estaba consumiendo vivo-habló rápidamente.

     Me volteé a verlo con ojos llorosos, me topé con su mirada enternecida.

     -No llores mi niña- quitó mis lágrimas con su dedo pulgar.

     No sabía que contestar, sus palabras habían llegado a lo más profundo de mi corazón. Lo miré fijamente para después besarlo apasionadamente, a lo cual acepto mi beso. Nuestras bocas se movían al unísono, haciendo que este se volviese más apasionado. Sus brazos me abrazaron fuertemente alzándome dándome giros, solo pudimos reír entre besos. Yo también me encontraba perdidamente enamorada de él.

Amor sabor a CubaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora