Capitulo 26

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Nota: los nuevos capítulos inician desde el numero 20 debido a una modificación en los primeros capítulos, disfrútenlos.

Amanda

Lust for life- Lana del Rey ft. The Weeknd

New Jersey, invierno del año actual, 2019.

     Mientras gotas calientes caían sobre mi cuerpo no podía dejar de pensar en Grayson, en lo profundo que se había metido en mi mente y corazón. Simplemente parecía que fuese hecho a mi medida sin importar que viniésemos de diferentes lugares, nuestro destino era estar juntos, o bueno, hasta donde durase.

     Salí de la ducha porque había olvidado el acondicionador que tenía en mi cajón, así que me envolví en una toalla dispuesta a salir a buscarlo, pero lo que me encontré fue un Grayson acostado en mi cama.

    - ¡Grayson!, ¡Por amor de Dios, me espantaste! -exclamé asustada poniendo una mano en mi pecho.

     -Lo siento, no quería interrumpir tu ducha- habló apenado.

     Sonreí y me dirigí hacia donde tenía el acondicionador, lo tomé y me apresuré a adentrarme al baño de nuevo solo que dejé la puerta entre abierta.

Me puse al frente del espejo observando mi reflejo, apoye mis brazos alrededor del lavamanos, el nerviosismo me estaba comiendo viva, el que me haya visto casi desnuda me acelera el pulso, no creo que sea el lugar adecuado para perder mi virginidad, nos encontramos en la casa de sus padres. Además, no sé porque tengo estos pensamientos absurdos si

     Mis pensamientos fueron interrumpidos al escuchar la puerta cerrarse, me giré para ver a Grayson entrar al baño y colocarse detrás de mío. Mi corazón volcó dentro de mí cavidad torácica y podía sentir mis piernas temblar. El no emitía ninguna palabra lo que hacía que me pusiese más ansiosa.

     -Lo siento, no debí entrar- murmuró.

     Me volteé para verlo directamente a los ojos, sin emitir palabra alguna nos acercamos lentamente para unir nuestros labios en un profundo beso. Su lengua entraba lentamente por mis labios mientras que una de sus manos me acariciaba el hombro derecho delicadamente. Nuestras lenguas hacían una danza alegrándose por volverse a encontrar, dirigí mis manos a su cuello para poder acercarlo más a mí. Con su mano libre me dio señal para quitarse su camisa, seguido de su pantalón y ropa interior. Su ropa desapareció en unos instantes cayendo al suelo de mármol, busqué con la mirada sus ojos para que estos se encontraran con los míos, respiré profundo y tiré de mi toalla quedando expuesta a él.

     Los dos nos estábamos exponiendo uno al otro observándonos detalladamente sin lujuria alguna, simplemente admirándonos como si fuésemos arte.

    Nos tomamos de la mano para dirigirnos a la ducha, junto a él me sentía más confidente que nunca, sin importar que no llevase prenda alguna.

     Nos adentramos lentamente abriendo la llave del agua caliente, pequeñas gotas caían sobre nuestros desnudos cuerpos haciendo que se relajasen nuestros músculos. Suspiré y coloqué mis brazos detrás de su cintura reposando mi cabeza en su pecho descubierto. Sentí sus brazos rodear mi espalda baja. Nos mantuvimos unos instantes en esa posición disfrutando el agua caer por nuestros cuerpos. Había perdido tanto, pero la vida me lo recompenso dándome a Grayson.

     Me separé un instante para darle acceso a mi boca y la devorase como quisiese; para mi sorpresa fue bastante gentil pero apasionado. Sus manos recorrían toda mi anatomía sin dejar ningún espacio sin explorar a lo que yo actué de la misma manera.

     -No haremos nada que no quieras, todo tiene su tiempo. -habló- Déjame bañarte.

     Tras sus palabras me sentí más relajada, no es que no quiera o no confié en el simplemente considero que aún no es el momento o el lugar. Tomó el jabón frotándolo delicadamente entre sus manos hasta que generó espuma, cerró la llave y me dio la indicación que le diera la espalda, sentí como comenzaba a expandir el jabón delicadamente por todo mi tórax posterior dando ligeros masajes durante el trayecto. Comenzó a bajar hasta mis glúteos los cuales masajeo un poco y no pude evitar soltar una ligera sonrisa, continúo bajando hasta llegar a mis pies arrodillándose frente a mí.

     -Date la vuelta- exigió.

     Quedé parada frente a él, lo observé mientras se concentraba en limpiar cada centímetro de mi piel. No lo hizo sexual, lo cual me hizo sentir relajada. Tomo uno de mis pies y empezó a enjabonarlos, simultáneamente lo hizo del otro lado subiendo lentamente de nuevo. En mi estómago podía sentir una sensación extraña cada vez que se acercaba más a mi feminidad, siguió subiendo hasta llegar a mi vientre en el cual repitió el mismo proceso. Sus manos no se detuvieron hasta llegar a mis pechos, los cuales con un dedo acarició alrededor de las areolas haciendo que mis pezones se pusiesen más duros de lo que estaban, tomó jabón y los masajeo suavemente, tiré mi cabeza hacia atrás dejándome llevar.

     Una vez que terminó, abrió la llave nuevamente y comenzó a enjuagar mi cuerpo con sus manos. Cada vez que estas recorrían mi piel era condescendiente. Como si estuvieran grabando cada centímetro de mí en su recorrido.

    Tomé el jabón entre las palmas de mis manos, lo froté entre ellas hasta generar espuma; comencé a expandirlo por sus trabajados pectorales, dirigiendo los masajes hasta llegar a los brazos donde mis pequeñas manos no llegaban a cubrir todos los músculos. Tomé un poco de champú y comencé a enjabonar su cabello, el cual parecía nunca dale problemas. Cerré los ojos al sentir sus dedos masajeando mi cráneo. El agua rápidamente se llevó los restos de jabón dejándonos limpios. Grayson cerró la llave para luego salir de la ducha tomando una toalla e insistió en secarme a lo cual no me negué. Comenzó a pasar la toalla por todo mi cuerpo quitándome hasta la última gota de agua que corriese por mi este.

     Salí del baño perezosamente para buscar algo que ponerme, lo que encontré fue un pijama bastante afelpado. Para mi sorpresa, Grayson salió vestido con ropa de dormir.

     - ¿Traías ropa extra? – pregunté.

     -No, este solía ser el cuarto de visitas y siempre dejaba alguna ropa extra en el baño- contestó con una sonrisa.

     Se dirigió a mi cama para luego tomar poder de ella, apagué la luz y lo miré divertida corriendo hacia donde estaba. Me recosté a su lado cruzando mi brazo por todo su torso, lo abrasé con fuerza dejando que su olor penetrara por mis fosas nasales. Sus largos brazos me rodearon por completo haciéndome sentir cómoda, mis ojos pesaron y me desvanecí.

Amor sabor a CubaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora