Capítulo 7

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El bosque y la mañana recién llegada fueron franqueados por un grito ronco y rabioso. Tim sintió las enormes ganas de sacar el malestar de su pecho. Parecía más un berrinche que un desahogo. Jason se levantó y retrocedió un par de pasos.

-Creo que finalmente enloqueciste... -Jason mencionó sacando su teléfono-. Llamaré a Alfred para que me diga que hacer y llevarte de regreso a la casa, ¿está bien, Damian? Todo estará bien...

Esa información fue demasiado para Tim. Se tragó el aliento al escuchar semejante declaración. Giró su cabeza y observó a Jason marcar.

-¡No, espera! –Tim se adelantó y cuidadosamente tomó la mano que sostenía el teléfono-. ¡Todo está bien! Nadie tiene que llamar a Alfred... No queremos importunarlo, ¿recuerdas?

-Damian, no creo que estés muy bien... A veces suceden este tipo de cosas cuando uno está muy estresado, quizá no has dormido lo suficiente... Y...

-¡No! ¡Te juro que estoy bien!

-Insisto en que deberías descansar... Así que volveremos...

-¡Estoy bien, ya vámonos!

-Damian...

-¡QUE ESTOY BIEN, MALDITA SEA! ¡SÓLO LLÉVAME A LA ESTÚPIDA ESCUELA! –Tim alzó la voz arrebatando el teléfono de la mano del mayor-. ¡Y si sigues con esto, les diré a todos lo que intentaste hacerle a mi cuerpo!

-¿Qué? ¿Yo? ¡Pero si tú te abalanzaste sobre mí!

-¡No! ¡Digo... lo que intentaste hacerle a Tim!

Jason bajó sus hombros y respingó la nariz, mostrando su total rendición.

-En especial, se lo diré a Alfred para que te odie...

-¡BIEN! ¡Haré lo que digas! ¡Rayos! –El renegado asintió volviendo sobre sus pasos-.

Salió del bosque de regreso al auto. Tim se guardó el teléfono en sus bolsillos y limpió su rostro.

-¡Debo resistir! –Tim murmuraba-. Se lo prometí a Damian. Debo aguantar. Debo aguantar y evitar problemas... ¡Vamos, Tim, concéntrate...!

El menor regresó al auto para abordarlo. Ambos continuaron el trayecto a la escuela sumidos en un profundo silencio. Tim pensaba miles de cosas, pero éstas eran bloqueadas por la imagen de Damian suplicando no dijera nada. Su ceño lucía fruncido y se percibía su furia en todo el auto. Estaba enojado consigo mismo por semejante situación. Eso debía acabar y debía acabar lo más pronto posible. Jason era todo para él y lucharía para arreglar todo.

Ya habían pasado alrededor de treinta minutos y a pesar de la incomodidad aplastante, Jason no se atrevió a abrir la boca. Sólo se concentró en conducir lo más rápido posible para llevar a Damian a su destino. Sin embargo, entre tanto pensamiento y excusa barata para retomar la conversación, era Tim quien aparecía en sus divagaciones. Percibió en su estómago las náuseas provocadas por pensar en ser un juguete. Tim no parecía ser quien pensó. Lo amaba, sí, pero ya no lo veía de la misma forma. Nunca debió contarle a Damian, no antes que a Bruce. Él se lo había prometido. Prometió que le explicaría a Bruce para que, ilusamente, en la cabeza de Tim, él les diera su consentimiento. Pero todo indicaba que Tim nunca fue en serio. Jamás tuvo la intención de decirle. ¿Qué representaba entonces Jason para él? ¿Un pasatiempo? ¿Un experimento? ¿Un chiste? Porque un desfogue carnal definitivamente, no era. Jason respetó hasta el final aquella petición del menor. No lo haría suyo hasta tener el consentimiento de Bruce. Pero, evidentemente, eso jamás iba a ser una realidad. Sólo largas y pretextos. Ya no podía confiar en él. Eso se había terminado.

¡Ése no soy yo! [DamiJon/JayTim]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora