¡Ése no soy yo! [DamiJon/JayTim]

Capítulo 25

Fue al caer la noche que Alfred se preguntó seriamente el paradero del segundo petirrojo, pues jamás se saltaba las comidas cuando estaba en casa, y en lo que a él respectaba, sabía que se había quedado a descansar luego del agitado patrullaje de la noche anterior. En todo el día no había bajado a probar bocado, ni siquiera cuando el abuelito había inundado la casa a propósito con el hogareño aroma del pan recién sacado del horno. Dentro de sí, un sentimiento impropio de la tranquilidad comenzaba a florecer, y más cuando Jason no se había levantado en las horas de luz muy a pesar de las delicias que le había cocinado.

La esplendorosa cena pronto iba a ser servida, Alfred afinaba los detalles finales mientras repasaba en su cabeza a los asistentes de esa noche. Cabizbajo se dio cuenta que sólo Timothy y Jason asistirían, pues el mandamás llegaría más noche, Damian había salido a patrullar con Jonathan a Metrópolis y el turno de Dick le impediría llegar a tiempo. Suspiró bajando sus hombros.

-¿Por qué me esfuerzo? –Se reprochó sacando la charola del horno-.

-¿Qué pasa? ¿Por qué ese suspiro? –Inquirió Tim entrando a la cocina y sorprendiendo al concentrado adulto-.

-Nada en realidad, amo Timothy.

-¿Seguro? Porque a mí me pareció que como que algo te está molestando... -Comentó sacando un poco de helado del congelador-.

-Se lo aseguro y por su bien espero que no piense comer eso antes de la cena... -Advirtió Alfred extendiéndole la mano para retirarle el contenedor-.

-No, por supuesto que no... Era para ver si estabas poniendo atención. –Respondió Tim entregándole el postre-.

-Ya veo.

Tim le devolvió una sonrisa avergonzada, asintiendo con una mirada desviada.

-¿Cómo estuvo la película? –Demandó el mayordomo regresando a sus labores culinarias-.

-¿Cuál película?

-¿Acaso no había ido al cine?

-N-no... Al final me dio flojera ir solo...

-¿Solo? ¿Y desde cuándo asiste al cine acompañado?

-No lo digas como si fuera un antisocial... Es sólo que prefiero a veces disfrutar de la tranquilidad de la soledad, es sólo eso... Pero bueno, esta vez, se suponía que iba a ir con Jason, pero no quiso levantarse... -Reveló Tim sentándose en el desayunador-.

-¿No quiso levantarse? Entiendo. Quizá la noche anterior lo dejó agotado.

-¡Ya lo creo! Porque cuando se trata de irse de fiesta con Roy, no hay quien lo detenga, parece aspiradora de cerveza. Ni siquiera me contestó cuando fui a despertarlo, estaba bastante perdido.

-¿De fiesta?

-Sí, ya sabes... Alcohol, cigarros, comida chatarra...

-Lo sé, amo Timothy. El amo Jason sabe muy bien dejar un registro de sus aventuras poco ortodoxas.

-¡Pues cómo sea! ¡No lo vuelvo a invitar a salir conmigo! Ayer me juró que sí iría, pero ni siquiera me dio la cara para cancelarme. ¡Qué odioso!

-¿Usted lo invitó a salir, amo Timothy? –Inquirió Alfred de verdad sorprendido-.

-¿Qué? Pu-pues s-sí... ¿Ti-tiene algo de malo? –Respondió Tim bastante sonrojado-.

-Claro que no. Sin embargo, es inusual en usted.

-Bueno, sólo quería devolver un favor, porque él ha estado ayudándome con mis tareas de literatura y... bueno...