Desde que volvieron al auto, ninguno de los dos comentó algo. Tanto Timothy como Damian permanecieron concentrados en la resolución que el hechicero les dio. Aún no aceptaban del todo la próxima etapa de su situación.
"-Tomen. –Timothy recordaba a Constantine decir-. Cuando estén cerca de las estatuillas, la moneda se tornará caliente. Entre más se aproximen, más caliente estará. –Explicó el hechicero dándole al tercer petirrojo una pequeña moneda de plata-. Si tienen alguna duda, ya saben cómo localizarme. –Añadió sonriente mientras encendía otro cigarro y abría la puerta de la habitación-.
-Gracias. Realmente nos ayudó mucho, señor Constantine. –Habló Timothy recibiendo el pequeño objeto-.
-No hay de qué. Haré lo que me pidan, siempre y cuando reciba mi paga... -Acotó guiñando un ojo y mostrando aquel pequeño papel que llevaba escrito el número telefónico-.
-Selene es muy amable y consentidor. Estoy seguro que lo tratará bien. –Señaló Timothy devolviendo una sonrisa y saliendo de la habitación-.
-¡Créeme, cuento con ello! –Exclamó también saliendo y cerrando la puerta tras de sí-.
De ese modo, los tres abandonaron aquel mundano motel. Ya en la acera, Damian fue el primero en despedirse, seguido de Timothy, quien al estrechar la mano de John, éste se inclinó y de cerca agregó:
-Oye... hablé en serio cuando les dije que ustedes habían sido bendecidos; así que no desaprovechen esta oportunidad de crear paz. –Habló recio, convincente y bastante confidente-. Y no olvides... que por algo suceden las cosas... ¿de acuerdo? –Inquirió revelando una sonrisa y soltando la mano del muchacho-.
Luego, sólo levantó una mano y la agitó despidiéndose. Timothy y Damian sólo pudieron verle la espalda unos segundos cuando se giró y se perdió entre el gentío de aquella zona roja.
Por supuesto, ese extraño comentario se clavó en la paranoia funcional de Tim, quien debió disimular su aprensión y sus inquisiciones al respecto."
Esas palabras revoloteaban en su cabeza. Y desde que regresaron al auto, no había podido pensar en otra cosa. Su comentario lo intrigaba y no sabía si podía tomarlo de forma literal o figurativa. En ese caso, no se daba abasto y no encontraba una respuesta que lo complaciera. Y es que a decir verdad, nada de lo que les había ocurrido en esos últimos días había sido una bendición.
-¿Es-es... estás bien? –Interrogó Damian tan tímido que apenas su voz fue escuchada por sí mismo-. Ti-Tim... -Llamó sin mucho afán, porque sinceramente, no quería molestar a su hermano, a quien veía enfurruñado y bastante frío desde que se despidieron del hechicero-. ¿Ti-Tim...? –Volvió a llamar, esta vez tocando el brazo del aludido-.
-¿Qu-qué...? ¿Qué sucede? –Sólo hasta ese contacto, Timothy reaccionó sobresaltándose y saliendo de sus cavilaciones-. ¿Qué te ocurre? ¿Estás bien? –Le preguntó al ojiverde retirando momentáneamente la vista del camino-.
-S-sí... sí... Yo estoy bien... Yo preguntaba por... ti. –Respondió algo inseguro-.
-¿Por mí? ¿Por qué? –Inquirió Timothy regresando su atención a la conducción, incluso, queriendo devolver su concentración a sus propios pensamientos, sin embargo, el discurso de Damian no se detuvo ahí, e insistió con tener una conversación-.
-Es que estás muy callado y... pareces enojado. –Completó dudoso-.
-¿Enojado? No, para nada. Estoy bien. Más bien, así es tu cara; toda apretada y con el ceño tan fruncido que parece que tienes una sola ceja.
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¡Ése no soy yo! [DamiJon/JayTim]
FanfictionLuego de una extraña explosión, Damian y Tim se percatan que cada uno ocupa el cuerpo del otro. Y todo se vuelve un desastre con todos los malos entendidos que se crean y deben solucionar sin revelar lo que les ha sucedido realmente; pues no quieren...