Capítulo 19

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Timothy renegaba rotundamente de su examen. Observaba insistentemente la hoja de papel deseando de todo corazón cambiar esa nota reprobatoria por alguna más decente. Su estrés se reflejaba en los pasos nerviosos que abandonaba por todo el balcón. Finalmente su enojo explotó sugiriéndole arrugar el papel y lanzarlo lo más lejos que pudo hacia el vacío. Luego volvió en su camino para regresar a su habitación. Entró y azotó la puerta al cerrarla. Se arrojó a la cama enrollándose en las mantas. Unos minutos pasaron antes de deshacerse de su cubierta y levantarse pateando las almohadas. Bajó de la cama brincando, repartiendo puntapiés a diestra y siniestra. Salió de su habitación en dirección de la cocina. Llegando ahí volvió a desatar su ira contra un banco estorbando su arribo. Su ofuscación fue tanta que lo cegó ante las obvias consecuencias, pues se dobló de dolor al patear uno de los soportes del asiento y golpearse la espinilla con el borde. Cayó ahí mismo quejándose silenciosamente, rechinando los dientes, aguantándose la humillación.

-¿A qué juegas? –Jason con una de sus manos en su bolsillo delantero de su sudadera y la otra recargándola en el marco de la puerta interrogó mirando al menor retorciéndose en el suelo-. ¿Tim?

-¡Cállate y no te metas en lo que no importa! –El ojiazul exclamó furioso, sin despegar sus manos de su reciente golpe-.

-¿Qué te pasó?

-¡Nada! ¡Déjame en paz! –Solicitó intentando ponerse de pie, pero al levantar la cabeza, se estrelló contra el borde de la barra, devolviéndolo al suelo en cuclillas-.

-¡Tim, ¿estás bien?! –Jason demandó al atestiguar aquel cómico desenlace-.

El menor ya no respondió, se dedicó a frotar su nueva protuberancia entre su cabello. Jason sonrió aliviado al mirarlo fruncir el ceño. Con esa mueca se aseguró que nada grave le había pasado. Se aproximó al turbado ser del suelo y le tomó la mano para levantarlo. Tim no se opuso a la ayuda. Se puso de pie recargándose en la barra y suspirando amargamente.

-¿Qué te pasa? ¿El café se acabó? Juro que yo no fui, pero vi a Dick servirse uno hace rato...

-Cállate, Jason... -Tim respondió ahogado entre las mangas de su suéter-.

-¿Quieres que te prepare algo de comer? ¿Ya comiste?

-No me hables...

-¿Qué tienes? ¿Tiene algo que ver con el tres que obtuviste en el examen de literatura?

Tim enderezó su espalda enfocando pálidamente al renegado que buscaba en el refrigerador.

-¿Cómo sabes de eso? –Le preguntó temeroso y avergonzado-.

-Tu examen cayó sobre mi cabeza cuando lo lanzaste por el balcón. –Respondió sacando algunas verduras del congelador-. ¿Te gusta el omelet, verdad? –Preguntó cambiando el tema-.

-¿Tú... tú viste mi examen? –Tim interrogó preocupado-.

-Sí... Digo... si hubieras querido deshacerte de la evidencia, habría sido mejor que lo quemaras...

-Dámelo... -El menor exigió acercándose a Jason-.

-¿Qué? ¿Dártelo? ¡Claro que no! ¡Se lo enseñaré a Alfred para que te regañe!

-¡¿Qué?! ¡No! ¡Regrésamelo! –Insistió estrechando la distancia entre él y el mandil que Jason se había puesto-.

-¡Para nada! ¡Lo lanzaste al vacío, yo lo encontré, así que me lo quedo...!

-¡Ni de broma! ¡Devuélvemelo, tú... torpe... remedo de... ignorante...! –Reclamó el menor atorando sus manos en la ropa del renegado-.

-¿O si no qué? –Jason respondió burlonamente, mostrando su blanca y socarrona sonrisa-.

¡Ése no soy yo! [DamiJon/JayTim]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora