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Muchísimas veces el destino nos puede jugar una mala pasada, se puede darlo todo para ganar algo, o ganarlo todo y perder ese algo. Muchas veces hay que arriesgar cosas por las que nuestro orgullo pelea, pero con simple sencillez, se puede obtener más de lo que realmente se desea.
Chicos unidos por la complejidad que resulta ser el amor, al final decidieron dar el todo por el todo, arriesgando y matando el orgullo por la felicidad. ¿Y valió la pena? Cada minuto y cada segundo de sus vidas, nunca se arrepentirán de la decisión final que unió sus almas.
Eran las tres de la tarde, Camus no había salido de su templo desde la mañana por una pequeña y curiosa nota que encontró cerca de la mesita de noche en su habitación.
«No me busques esta mañana, Camus. Espérame a las 4pm en la orilla de la playa, cerca de Cabo Sunion... Es algo importante»
Era lo que decía aquel aviso. Si bien no quería preocuparse de más, lo hizo desde que la había leído.
Tenía incertidumbre. ¿A qué se refería con ello?
Ya que no lo vería por toda la mañana, no tenía sentido salir de su templo. No hasta ahora, preparado para ir a su misterioso encuentro con Milo.
—Este no es un día cualquiera... Lo presiento— murmuró. Antes de salir tomó un pequeño recuerdo que recibió hace más de un año, y lo guardó. Acomodó su capa, y volvió a respirar profundamente— En marcha.
Treinta y uno de diciembre, ya había pasado un año junto a Milo, en realidad estaban a punto de cumplir dos. Tuvieron sus desniveles, y desacuerdos, pero nada fuera de lo normal.
Sin embargo...
No sabía que ese día llegaría tan rápido.
Descendió paso a paso las doce casas, sin prisa, con el corazón en la mano, saludando a unos cuantos compañeros que estaban fuera de sus templos, otros simplemente no estaban allí.
Cuando llegó a Escorpio descansó sobre un pilar, mirando lo que le faltaba para llegar a la primera casa zodiacal. Observó el templo con nostalgia.
Tantas cosas que había pasado allí. El primer beso, todos los besos que le robaron el aliento, cuando Harmonía llegó a sus vidas, los abrazos, las caricias, múltiples encuentros que acababan debajo de las sábanas, amor que se derrochaba entre ambos. La pareja más comentada del santuario, pero también las más admirada. Cuando pelearon por saber quién era mejor cocinando lasaña, pues curiosamente era lo único que Milo podía cocinar perfectamente bien sin provocar un caos en la cocina, también, cuando accidentalmente Milo trató de cargarlo al estilo princesa y ambos terminaron en el suelo riendo.
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Amor sin Devolución ✿[MiloxCamus]
FanfictionDesde eras mitológicas, tanto Acuario y Escorpio, han sido destinados para estar juntos. Está escrito en las estrellas. Sin embargo... Parece que los del siglo XX no están dispuestos, ni tienen el más mínimo interés en llevar un destino de más de cu...