Erika POV
Todo pasó muy rápido.
Me llevé la mano a la boca y negué con la cabeza sin creerme lo que estaba viendo. Erik se separó de Nadja y me miró.
Me di la vuelta y salí corriendo de allí.
"¡Erika!"
Escuché la voz de Marco y unos pasos detrás de mí. Me hice paso entre la gente esquivando las copas que llevaban en sus manos y salí del jardín hacia la calle.
"Erika espera."
Erik me había alcanzado. Cogió mi brazo y tiró de mi haciendo que me girara hacia él.
"Sueltame" Le pedí.
"¡No! Erika escuchame por favor." Su voz era de súplica, de hecho me soltó. "No hay nada entre nosotros."
"Erik cállate."
"Nadja y yo no somos nada. No siento nada por ella." Me confesó.
Me quedé petrificada ante las palabras de Erik. Sentí un alivio enorme. No porque me dijese que no estaban juntos, sino porque realmente me di cuenta de lo que me pasaba con él. Erik Durm, mi mejor amigo. Eso era lo que pasaba. Eso era lo que me molestaba, que me mintiese.
"No quería besarla, pero te he visto con Reus y..."
"Erik." Le corté. "Escúchame, me da igual, ¿vale?" Este hizo una mueca. "¿Por qué me has mentido? ¿Por qué me dices que me quieres y luego te morreas con Nadja? Somos amigos, Erik. Nada más."
De repente los brazos de Erik agarraron mis hombros, creo que nunca lo había visto tan enfadado.
Inclinó su cabeza hacia la mía y retrocedí.
"¡Sueltame!"
No tuve tiempo de escapar cuando Erik volvió agarrar mis muñecas.
"Erika, te quiero."
Estabamos demasiado cerca. Eché la cabeza hacia atrás y con él, un paso hacia atrás, pero Erik era más rápido.
Mi nariz rozó con la suya cuando de repente alguien me agarró la cintura tirando de mi. Erik me soltó de golpe.
"Pero bueno... Durm está muy mal engañar a tu novia con otra."
Marco.
Erik cerró el puño con fuerza y me miró con rabia.
"Si no te importa me la llevo." Dijo Reus sin soltarme la cintura. "El anfitrión sigo siendo yo. Buenas noches."
¿Qué acababa de pasar?
Me quedé callada y Marco tiró de mí. Esquivé a Erik y volvimos a entrar al jardín donde la fiesta continuaba. Era la segunda vez que Marco me ayudaba a escapar. Sin soltarme la mano me llevó de nuevo hacia Mario que se encontraba hablando con Sven Bender. Como si nada hubiese pasado me soltó, cogió un vaso de cerveza y se incorporó a la conversación.
"¿Quieres una?" Me ofreció Gotze.
"No, gracias."
Quería salir de allí pero Marco estaba pasando de mí, no había vuelto a ver a Lea, pero tampoco quería irme sola por no encontrarme a Erik o a Nadja de nuevo. Así que hice de tripas corazón y me quedé hablando con Sven, Mario y Marco, al fin y al cabo no tenía más remedio.
[...]
Las clases del master iban reduciendose. Llegaba el final y los exámenes estaban acechandome. Me levanté lo más temprano que el cuerpo me lo permitía. La fiesta del cumpleaños de Reus había sido un desastre, desde mi punto de vista.
Creí que iba a pasarmelo bien, que Lea no se separaría de mí y que me despejaría un poco de todo. Pero resultó todo lo contrario. Erik estaba allí y encima lo había pillado con Nadja dandose el lote. No me hacía mucha gracia y decidí irme, pero Erik se dio cuenta e intentó volver a besarme, pero apareció Marco y me sacó de allí.
En aquel momento me sentía protegida al lado de Reus, pero después de todo aquello pasó de mi por completo. Sino fuese por Mario no se hubiese dado cuenta que seguía allí.
Desayuné y me cambié de ropa para salir a correr. Lo único que me sacaría de mis pensamientos era aquello. Me até las zapatillas y salí de la casa.
Algunos bebían para olvidar las penas y yo corría, cada uno tenemos formas de hacer las cosas, y en aquel momento lo único que me apetecía era correr.
Recorrí el centro a un ritmo normal, tampoco quería pasarme, pero a lo lejos vi las torres de luz del Signal Iduna Park, así que decidí rodearlo y volver de nuevo a la casa.
Corría metida en mis pensamientos hasta que sin querer choqué con alguien.
"¡Ah!" Por suerte nadie cayó al suelo. "Ay, lo siento..."
Tal vez no lo sentía tanto. Tenía en frente a Nadja.
"Vaya, que coincidencia." Dijo frotandose el brazo el cual habíamos chocado. "¿Tu también sales a despejarte, no?"
Me quedé callada y agaché la cabeza. A pesar de todo, años atrás habíamos sido grandes amigas, seguía conociendome.
"Me alegra verte, porque quería decirte algo." Arqueé las cejas y dejé que siguiese hablando. "Quería pedirte perdón por lo ocurrido con Erik."
"Pues no pareces muy arrepentida."
"La verdad es que no. Pero aún así deberías darme las gracias, sino fuese por mí no te habías aclarado." Me soltó. "Ahora sabes que te gustan los dos, Erik y Marco."
"¿De qué estás hablando?"
"Venga ya, Erika. Ambas sabemos que tanto Erik como Marco están locos por ti."
Tiempo muerto. Erik, tal vez. Pero, ¿Marco? ¿Marco Reus?
"No te has dado cuenta, pero yo sí. Le conozco muy bien y Marco no se abre con la gente, pero por algún motivo que desconozco cuando está contigo se comporta de una manera diferente."
"No es cierto." Me atreví a decir.
"Sabes que sí." Nadja apretó la mandibula y me miró con rabia. "Pero no te lo voy a poner tan fácil, aún me sigue gustando Marco y está claro que tu no le convienes." Acababan de aparecer los aires de superioridad de Nadja. "Él es un futbolista famoso y eso conlleva fama y estoy segura de que tu no soportarías eso."
¿Soportar la fama por Marco? Buena pregunta.
"Sigues siendo una cría Erika, no has cambiado. Siempre serás la alegre, la simpática, pero nunca maduraras." Erika, contéstale, ¡Reacciona! "Déjate de creerte tan importante, yo si se lo que siento por Marco, así que aléjate de él."
Nadja se colocó uno de los auriculares que llevaba. Me fulminó con la mirada y con las mismas salió de allí corriendo.
Me quedé parada y la cabeza empezó a dar vueltas.
¿Por qué mierda me pasaba a mi todo esto? Marco me había dicho que le gustaba, pero ¿loco por mi? Eso es demasido, no me lo tragaba. Pero lo que más me molestaba era que Nadja iba a intentarlo con él, cuando apenas días atrás se había morreado con Erik. ¿Sentía algo por él? ¿Lo siente por Erik?
Demasiadas preguntas sin respuestas.
ESTÁS LEYENDO
Vidas Cruzadas. « m.r »
Teen FictionErika deduce lo que va a ocurrir con su familia. Lo que no sabrá es que conocerá a una persona que cambiará su vida. Adiós tranquilidad, bienvenida realidad.