Vidas Cruzadas. « m.r »

Capítulo 37.

Erika POV

Lea llegó a mi casa por la tarde. Mi padre estaba trabajando y Manuela también, Leon había quedado con unos amigos y Marco se había el domingo a la concentración de la selección con Erik. Decidí invitar a Lea porque desde el sabado de la fiesta no había vuelto hablar con ella.

Esa misma tarde Alemania jugaba un amistoso así que pasaríamos la tarde en mi casa y de paso veríamos en el partido. Nos sentamos en el sofá y entre las dos preparamos café e hicimos un bizcocho por si más tarde mi padre y Manuela llegaban que pudiesen comer algo antes de la cena.

"Ayer Marcel me llamó" Me contó Lea. "Me dijo que hoy se iba con Robin, un amigo suyo, a Dusseldorf para ver los partidos, y me invitó a ir."

"¿Y por qué no fuiste?" Pregunté cruzando las piernas sobre el cogín. 

"Porque tu no ibas."

"Tampoco me han invitado." Respondí arqueando las cejas.

"¿A no?"

Lea clavó sus ojos en los mios en modo de sorpresa mientras que yo negaba con la cabeza.

"Que raro, Marcel me dijo que Marco te había preguntado y que tu dijiste que no. Que te irías el miércoles con tus padres y tu hermano."

¿Qué Marco le había dicho qué?

"¿Cómo?" Dejé el trozo de bizcocho en el plato y me removí en el sofá. "Marco no me ha dicho nada."

Lea se encogió de hombros.

"Eso es lo que me ha dicho Marcel."

No podía ser.

¿Por qué Marco no me ha dicho nada?

Agaché la cabeza y desvié la mirada. Sentí un dolor en el pecho al pensar que Marco me había engañado. 

"Erika..." Lea colocó su mano en mi espalda. "Tendrá alguna explicación."

"¿Y si no la tiene?"

"Conozco a Marco lo suficiente para saber que te quiere." Las palabras de Lea me hacían estar seguras de mí misma pero en otros temas, como en este no servían de nada. "Ya verás que es por alguna tontería."

Asentí y miré a mi amiga. Tanto ella como yo sabíamos que algo estaba ocurriendo, por muchas cosas que me dijese.

Intentamos cambiar de tema y por suerte Leon llegó a casa con Alexis, la hermana pequeña de Erik y mi compañera en el equipo. Esta era una chica rubia, tenía el pelo ondulado y los ojos de color verde. Era muy parecida a su hermano pero en el carácter no tenían nada que ver. Alexis era una chica muy extrovertida, segura de si misma y algo madura para su edad.

Encendieron la televisión y pusieron el partido. Aún no había comenzado quedaban casi diez minutos para que empezase. El campo estaba repleto de gente, uno de los presentadores se encontraba en el césped hablando del partido con otro comentarista. 

"¿Sabéis el once inicial?" Preguntó Leon sentandose en la alfombra del suelo.

"Ni idea."

Escuchamos la puerta de la entrada y en segundos mi padre y Manuela aparecieron por el salón.

"Hola, chicos." Mi padre dejó su cartera en una silla y se acercó a nosotros. "¿Ha empezado ya?"

"Está a punto." Dijo mi hermano.

Manuela subió al dormitorio para cambiarse de ropa y quitarse el uniforme del trabajo y mi padre se quedó en el salón con nosotros. Saludó a Lea y a Alexis, y se sentó en el otro sofá.