Capítulo 24.

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Erika POV

Llegamos al parque en el coche de Marco. Erik y Nadja ya nos esperaban allí. Se nos había hecho tarde terminando de preparar la comida, sobraba decir que yo era un poco desastre en la cocina y casi salimos ardiendo. Por suerte Lea que sí era buena en la cocina terminó de hacer los bocadillos y llegamos al parque pasadas las once y diez.

"¿Donde estábais?" Preguntó Erik mientras se levantaba y se acercaba a nosotros.

Marco me miró de reojo y no pude evitar ponerme colorada.

"A punto de llamar a los bomberos..." Lea reprimió una carcajada. "...Alguien ha estado a nada de quemar la cocina de su casa."

Erik me miró y Nadja imitó el gesto.

"Sois unos quejicas, tampoco ha sido para tanto." Marco arqueó las cejas y yo sonreí. "Venga, vamos."

Agarré el brazo de Lea y comenzamos a caminar en busca de un sitio tranquilo donde poder hacer el picnic.

Estuvimos observando el paisaje y de vez en cuando miraba a Lea que sonreía al ver todo aquello. Las vistas eran preciosas, recorrí con la mirada cada parte del parque y me vino un escalofrío cuando encontré el estanque donde habíamos estado Marco y yo.

"¡Eh!" Nadja nos llamó desde los árboles que había justo al lado del camino. "¡Nos vamos a quedar aquí!"

Lea y yo nos acercamos mientras Erik desprendía el mantel de color rojo y los demás se sentaban alrededor de él.

Nadja abrió una pequeña cesta que había traido y sacó una plato redondo que iba tapado.

"He hecho tarta de manzana." Quitó el plástico que tenía por encima y lo dejó en el mantel mientras sacaba un cuchillo de la cesta. "Probadla."

Nadja cortó varios trozos y cogió servilletas.

"Yo quiero un tr..." Pero el que llevaba Nadja en las manos no era para Erik, sino para Marco. 

Este pegó un mordisco mientras Erik y yo lo mirabamos con el ceño fruncido.

"Está buenisima."

¿Ella... o la tarta?

Rodé los ojos y abrí la cesta. Erik se colocó a mi lado y me ayudó.

"¿Qué has hecho?"

Sacamos unos platos con sandwiches, bocadillos y una fuente con fruta.

"Los bocadillos son míos." Respondí dejandolos en el mantel.

"Tienen muy buena pinta." Dijo Erik cogiendo uno.

"No quiero morir tan joven, pero..." Marco cogio uno y lo miró un par de veces antes de probarlo. "...vamos."

Dio un mordisco y tragó. Le miré y este asintió con la cabeza.

"Para ser tuyo, está bueno." Me dio un golpe suave en la frente. 

Lea cogió un trozo de sandía y Nadja unas uvas. Estuvimos comiendo hasta no poder más. Mis sandwiches y los bocadillos se acabaron, lo único que sobró fue la tarta de Nadja y un par de piezas de frutas.

"¿Por aquí no hay un estanque con barcas?" Preguntó Nadja mientras se levantaba.

"Sí, al otro lado del parque, ¿vamos?"

Hubiese matado a Erik en aquel momento. Calladito estaba más guapo.

Nos levantamos y caminamos hasta el estanque donde había un par de barcas vacías.

Vidas Cruzadas. « m.r »Donde viven las historias. Descúbrelo ahora