Erika POV
Mi madre no se apartó de mi en toda la mañana. Le dije que seguía encontrandome mal y que no me vaía en condiciones de salir a ningún sitio.
En que mal momento hice eso.
Se quedó en la habitación haciendome compañía mientras que mi hermano, Viktor y Kai daban una vuelta por Camp Nou. Ahora tenía que buscar una excusa para poder ir al Parque Guell y encontrarme con Marco.
"Mamá." Me apoyé sobre el cabecero de la cama y esta se giró despegando los ojos de la televisión. "Esta tarde, ¿qué vas hacer?"
"Me quedaré contigo hasta que mejores. ¿Tienes hambre?"
"No." Mierda. ¿Ahora qué? "No hace falta. Ya me encuentro mejor."
Mi madre se inclinó sobre mi y colocó su mano sobre mi frente.
"La verdad es que no tienes fiebre, tampoco tienes mal color."
"Eso es porque ya me encuentro mejor."
Sonreí intentando quitarle importancia a mi supuesta enfermedad, pero mi madre no se daba por vencida tan facilmente. Ladeó la cabeza y se levantó rápidamente.
"Voy a ver a Viktor para preguntarle donde van a comer."
"Vale."
Me dio un beso en la mejilla y rodeó la cama para salir del dormitorio.
Esperé a escuchar el sonido de la puerta cerrandose y rápidamente me abalancé sobre la mesita de noche para coger el móvil. Si había una persona que me podía salvar era mi hermano. Marqué su número de teléfono y no tardo ni dos segundos en descolgar.
"¡Hola! ¿Cómo está la enferma?"
"Dejate de tonterías. Necesito tu ayuda."
"¿Mi ayuda? ¿No hago tonterías?"
"¡Leon por favor!" Escuché la risa de mi hermano a través del teléfono. "He quedado con Marco a las siete en el Parque Guell."
"Me alegro."
"Leon, por favor."
Se hizo el silencio y pude escuchar la respiración de mi hermano.
"Está bien, vamos hacer algo." Quitando los planes de Lea, mi hermano le seguía de cerca. A diferencia de mi, él tuvo menos libertad durante su infancia. Aún desconozco el por qué. Pero planeando cosas, sea para lo que fuese, era un completo máquina. "Salimos esta tarde, damos un paseo con los demás y después nos vamos tu y yo."
"¿Y Marco?"
"¿De verdad eres mi hermana? Enserio Erika que muchas veces lo dudo." Gilipollas. "El caso es tener una excusa, ¿no? Pues hay que comprar algo para papá y Manuela, estoy seguro que mamá no nos acompañará."
"¿Y Kai?"
"Mierda."
"¿Ahora qué? Señor inteligencia."
"Pues..." De pronto escuché a través del teléfono un ruido. "Mamá... ¿Yo? ¿Con nadie?..." Le acababan de pillar. "Vale... Con Alexis. Si, adiós Alexis."
Colgó el teléfono y pude escuchar a mi madre al otro lado de la pared, rápidamente guardé el móvil en el bolsillo y segundos más tarde sonó la puerta de mi habitación. Di un último vistazo al dormitorio y cogí una chaqueta vaquera, mientras metía un brazo por la manga con la otra giré el pomo de la habitación. Mi madre se encontraba en el pasillo con una sonrisa.
"¿Te vienes a comer fuera?"
"Sí claro."
"¿Seguro que estás bien?" Agarró mi mano con fuerza y la otra la colocó sobre mi frente. "¿Y si te pones otra vez mal?"
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Vidas Cruzadas. « m.r »
Novela JuvenilErika deduce lo que va a ocurrir con su familia. Lo que no sabrá es que conocerá a una persona que cambiará su vida. Adiós tranquilidad, bienvenida realidad.