Erika POV
Cerré los ojos intentando que la música inundara mi mente, pero era casi imposible. Estábamos en primavera y hacía un par de meses que había empezado un Master para especializarme en el periodísmo deportivo. El año pasado terminé la carrera y cómo no había trabajo decidí hacer el Master y seguir estudiando algo que me gustaba. Pero el problema es que no me encontraba en un buen momento. Hubiese preferido mil veces tener problemas en los estudios que tener problemas con mis padres, porque era eso lo que me ocurría.
Hacía un par de semanas que los notaba distantes, algo raro en ellos. Noté que mi padre pasaba mucho tiempo fuera de casa, y lo más extraño de todo es que no había peleas, simplemente distancia. Y aquello no me gustaba.
Me removí en la cama para cambiar de postura, cogí el iPod y cambié de canción. If I Lose Myself, de OneRepublic.
"¡Erika! ¡Baja!" Escuché la voz de mi madre sobre la música.
Apagué el iPod y me incorporé de la cama. Antes de salir del dormitorio me coloqué frente al espejo y volví hacerme la coleta que llevaba despeinada. Abrí la puerta y bajé al comedor donde se encontraban mis padres sentados en un sofá y mi hermano Leon, en el otro.
Los miré de reojo mientras me sentaba al lado de Leon. Aquello no pintaba bien.
"¿Pasa algo?" Pregunté preocupada.
"Sí, bueno, no es nada malo." Mi padre se incorporó del sofá apoyando sus codos sobre las rodillas. "Tenemos que comunicaros algo."
Mi hermano se encontraba con la cabeza agachada y la mirada perdida.
"Vamos a divorciarnos" Dijo al fin mi madre.
Sentí un fuerte pinchazo en el estómago y tuve que abrir los ojos más de lo normal para poder asimilar la noticia.
Para mi la palabra divorcio era demasiado fuerte. Nunca había vivido una situación así, mis padres siempre estaban juntos y casi nunca se pelaban. No podía hacerme la idea de que estuviesen separados.
"Pero, ¿por qué?" Mi voz había sonado rota.
"Cariño, ya no estamos a gusto juntos..." Mi madre que se encontraba justo a mi lado agarró mi mano para acariciarla con la otra. "No queremos hacernos más daño, ni a nosotros ni a vosotros. Además yo estoy conociendo a una persona y papá también. "
"Osea que la decisión está tomada." Comentó mi hermano. "Os vais a divorciar." Aquello sonó más como una pregunta que como una afirmación.
"Sí. Y a partir de ahora habrá cambios" Agregó mi padre.
"¿Qué clase de cambios?"
Eso me preocupaba bastante. Si se iban a separar, ¿qué ibamos hacer nosotros? . Bueno, yo ya era mayor de edad, y mi hermano también, no tenían que pelear por nuestra custodia, pero, ¿la casa? ¿el coche? y todas esas cosas, ¿qué iban a pasar con ellas?
"En principio papá se mudará a una casa más grande. Y yo iré a Gelsenkirchen." Contestó mi madre. "Vosotros os quedaréis con él, no quiero que perdáis los estudios ni las amistades por cambiaros de ciudad."
"Creo que eso deberíamos decidirlo nosotros mamá."
A mi hermano le hacía la misma gracia que a mi aquel tema, ninguna. Él aún seguía en la Universidad, a diferencia de mi. Leon tenía bastantes amistades en Dortmund, pero a pesar de todo eso quería mucho a mis padres y tenía la suficiente madurez como para dar su propia opinión.
"No quiero que vengáis conmigo, al menos por ahora."
Las palabras de mi madre eran definitivas. No había vuelta atrás y la decisión estaba tomada. Pronto tendría que abandonar la casa en la que había vivido veintidos años y en la que tantos momentos había vivido. Iba a separarme de mi madre e iría a vivir con mi padre y mi hermano a otra casa.
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Vidas Cruzadas. « m.r »
Teen FictionErika deduce lo que va a ocurrir con su familia. Lo que no sabrá es que conocerá a una persona que cambiará su vida. Adiós tranquilidad, bienvenida realidad.