Capítulo 20.

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Erika POV

 Bajamos del coche y entramos a la cafetería.

En el fondo agradecí que Marco me acompañase pero en cuanto vi a Julian acompañado de Erik noté un escalofrío por todo el cuerpo.

Me senté en la silla justo en frente de Erik que para mi sopresa no cruzó ninguna mirada con Marco.

"¿Qué tal, Erika?" Me preguntó Julian. 

"Bien, gracias. ¿Cómo está Karla?"

"De eso quería hablarte." Erik miró a Julian y noté que Marco tensaba sus músculos. "Verás, nos quedan dos partidos de Liga y seremos campeonas, eso quiere decir que entraremos en la Champions, y sabes que el mínimo de jugadoras son dieciséis. Ahora mismo somos quince, pero Karla se ha lesionado, ya sabes que subimos a Alexis..." Conocía a Alexis, era la hermana pequeña de Erik, dos años más pequeña que yo. "...Pero aún nos falta una.

Miré a Erik y después a Marco.

"Necesitamos cubrir el hueco de Karla y hemos pensado en ti. Cuando te fuiste te dijimos que siempre podrías volver."

"Es tu oportunidad Erika." Dijo Erik. 

"¿Qué te parece?" Julian se dirigía a mi, quería saber lo que pensaba.

"Pero no estoy en forma. No seré capaz de llegar bien a la Champions."

"De eso no te preocupes. Ingrid y Joel te ayudarán, puedes empezar a entrenar con nosotros desde ya, y te dejaremos que te tomes tu tiempo."

Es una buena propuesta. 

"Acepto."

Julian me sonrió y Erik imitó el gesto.

Iba a costarme, sabía que tenía que entrenar muy duro y ponerme en forma en pocas semanas. Pero tenía que hacerlo, el balonmano era algo muy especial en mi vida, y no era justo dejarlo atrás por una lesión.

Pasamos un buen rato hablando hasta que Julian nos avisó que tenía que marcharse.

"Me alegro mucho que vuelvas al equipo." Dijo Erik.

"Gracias."

Me quedé callada y bebí un sorbo de café. Aquella situación era bastante incómoda pero lo que me sorprendió es que Erik y Marco no trataban de matarse con la mirada y tampoco habían gestos de odio.

"Por cierto Erik, ¿por qué has venido con Julian?"

"Cuando os fuisteis del pabellón el día del partido Julian nos pidió tu número a Nadja y a mí." Respondió. "Y me pidió que viniese con él ya que tu y yo somos amigos."

"Has hecho bien." Comentó Marco. "Ahora solo le queda que se ponga a entrenar."

"Sí, ya sabes que antes entrenabamos juntos, aún tengo la tabla que hicimos para ir a correr. Te la puedo dejar." Dijo Erik.

Hablaban tranquilamente y eso me alegraba. Que mi mejor amigo y Marco se llevasen bien era algo que nunca había podido imaginar, ojalá algún día se conviertan en amigos y lleven una buena relación.

Estuvimos allí casi media hora sin parar de hablar. Hacía mucho que no hablaba así con Erik, sin tenerle miedo porque se lanzara o sacara el tema, pero pensandolo bien, no creo que valga la pena sufrir tanto por todo lo ocurrido.

Sé que Erik siempre estará ahí.

[...]

Marco me llevó a casa donde me cambié de ropa para ir a entrenar, puesto que le pillaba de paso se esperó abajo para llevarme al pabellón. 

"¿Qué es eso que llevas en los pies?" Me preguntó mientras conducía.

"Se llaman zapatillas."

"¿Las has sacado de la basura?" Me miró arqueando las cejas y sonrió. "Necesitas unas buenas urgentemente."

"Mientras estas aguanten me da igual."

Me despedí de él y entré al pabellón. Crucé los pasillos y directamente llegué a la pista. Las chicas ya se encontraban calentando.

"¡Erika!" Ingrid se alegró mucho al verme, me dio un abrazo y me arrastró hasta el banquillo. "¿Empiezas hoy?"

"Sí." Respondí dejando la bolsa en el suelo.

Julian y Max se encontraban hablando en el centro de la pista y capté su atención. Max se acercó a mi con una sonrisa.

"Hoy vamos a entrenar tu y yo juntos." Asentí y me até el pelo en una cola. "Vamos a correr por los alrededores de la pista y luego haremos ejercicios de coordinación, ¿te parece bien?"

"Perfecto."

Aquello me estaba haciendo muchísima ilusión. Max se puso a correr conmigo mientras le contaba el por qué de mi regreso, como Lea y Reus se empeñaron en que volviese a jugar. Le alegró muchísimo que cambiara de opinión. Cuando yo me lesioné él aún no era nuestro segundo entrenador, pero me conocía porque llevaba el equipo inferior al nuestro. Me tenía bastante cariño y yo le quería muchísimo. Julian y Max eran jóvenes, entre los treinta o treinta y cinco, siempre habían sido muy comprensivos y nos tenían mucho aprecio a todas.

Después de correr media hora, entre Ingrid, Joel y yo hicimos un ejercicio de coordinación. Eso me costaba algo más puesto que tenía que apoyar la rodilla y aúnque ya no tenía miedo, si sentía preocupación en que algo pudiese ocurrir.

Todo fue bastante bien, cuando terminé, Ingrid me hizo un masaje y luego salí a estirar con mis compañeras. Me junté con Romy, Sabine y Karola, ante la mirada de Nadja. Estubimos hablando del último partido y de los que se avecinaban. Me entraron ganas de empezar a jugar ya y él arrepentimiento de no haber empezado antes.

Aún así, estaba ilusionada.

[...]

Al día siguiente me levanté de muy buen humor, algo cansada pero lista para seguir los entrenamientos. Mi padre y mi hermano estaban muy contentos con mi regreso, Marco y Erik también, pero no sabía nada de Lea y eso me preocupaba. Últimamente estaba muy desaparecida.

Me pasé la mañana estudiando sin ir a clase. Me vino bien para relajarme, aunque a nadie le gusta estudiar. Mi hermano y yo hicimos la comida, ya que él también se quedo en casa para "hacer" un par de trabajos, y digo "hacer" porque la mitad los terminé yo.

Leon cogió el mando de la televisión y nos sentamos en el suelo del salón a comer. Típicas costumbres que teníamos.

Por mera diversión puso el programa de corazón donde ví el beso de Nadja y Marco. Al principio no salió nada interesante, solo actores hablando de sus películas, embarazos de algunas actrices y por último salió unas imagenes de Mats Hummels.

Fruncí el ceño y le quité el mando a mi hermano para subir el volumen.

"Por lo visto Mats Hummels sigue los pasos de su compañero de equipo Marco Reus." Noté la mirada de Leon sobre mí. "Al parecer el futbolista tiene una nueva novia, pero desconocemos su identidad. Lo único que sabemos de ella es esta foto, en la que vemos al futbolista con esta preciosa chica abrazados en la casa de Hummels."

El mando deslizó y cayó al suelo.

Yo también podría haberlo hecho.

"No sabía que Lea estaba con Mats Hummels." Dijo mi hermano.

"Yo tampoco..."

Vidas Cruzadas. « m.r »Donde viven las historias. Descúbrelo ahora