Erika POV
"Erika... Erika." Noté un sueve movimiento sobre mi brazo. "Erika."
Reconocí la voz de Marco y me di la vuelta. No recordaba haber dormido de él, de hecho no recordaba muchas cosas de la noche anterior. Cuando llegamos de la playa bebí un par de copas y enseguida me quedé dormida.
"¿Qué pasa?" Mi voz sonó ronca. Ni me había escuchado bien.
"Erika, ¿estás bien?" Marco colocó su mano en mi frente. Tragué saliva con cierta irritación en la garganta, la verdad es que me encontraba mal. "Parece que tienes fiebre."
Me dolían las piernas y me notaba muy débil. Marco salió del dormitorio y escuché que hablaba con alguien en el pasillo. Segundos más tarde Lea entró en la habitación y se acercó a mi con una sonrisa.
"¿Te encuentras bien?" Se sentó a mi lado e imitó el gesto de Marco. "Es posible que tengas fiebre. ¿Qué hicisteis ayer?"
"Fuimos a la playa y me mojé." Lea arqueó las cejas y cruzó los brazos. "Bueno...y nos besamos pero luego volvímos."
"Con razón tienes fiebre."
Comenzamos a reirnos hasta que Marco entró en el dormitorio con un termómetro en la mano.
"Pontelo anda."
"¿Quieres que te prepare algo caliente para comer?"
Miré a Lea con los ojos como platos.
"¿Comer?"
"Erika son las dos de la tarde."
Sí que había dormido sí.
"Avisanos y te traemos algo de la farmacia."
Esperé a que el termómetro sonara. Treinta y ocho con seis. Sí, tenía fiebre.
Lea y Marcel salieron a comprar antibiotico a la farmacia mientras que Marco se quedó conmigo.
"Te he hecho una sopa." Torpemente entró en el dormitorio con una bandeja entre sus manos, un bol con sopa y una cuchara. "Toma."
Me incorporé de la cama y Marco me colocó la almohada en mi espalda.
"¿La has hecho tu?" Le pregunté haciendo circulos con la cuchara en la sopa.
"Sí, a diferencia de otras personas yo se cocinar."
Lo fulminé con la mirada,soplé hacia la cuchara y di un sorbo.
Que asco. Estaba malísima.
"¿No te gusta?"
"No." Respondí. "Soy más de Pizzas."
"Cuando se te baje la fiebre si eso."
Me costó la vida acabarme la sopa pero tenía hambre y tuve que terminarmela. Marco dejó la bandeja sobre la mesita de noche y se tumbó en la cama a mi lado. Comenzó acariciarme el brazo y el sueño me venció.
[...]
Por la tarde bajé al salón y me quedé allí un rato mientras los cuatro veíamos una película. Lea se sentó a mi lado dejandome apoyar mi cabeza sobre su regazo. Marco se encontraba al otro lado con el móvil y Marcel parecía aburrirle la película.
"¿Qué vamos hacer esta noche?" Pregunté.
"¿Cómo que qué vamos hacer?" Lea dejó de tocarme el pelo y me miró frunciendo el ceño. "Tu te quedas descansando y yo también."
"Además, hemos pensado en volver mañana a Dortmund." Concluyó Marco.
"Espera, ¿por qué?" Me levanté bruscamente del sofá.
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Vidas Cruzadas. « m.r »
Teen FictionErika deduce lo que va a ocurrir con su familia. Lo que no sabrá es que conocerá a una persona que cambiará su vida. Adiós tranquilidad, bienvenida realidad.