Vidas Cruzadas. « m.r »

Capítulo 26.

Erika POV

Me encuentraba mucho mejor con el paso de los días. Había exagerado un poco con el divorcio de mis padres, seguía pensando en ello, pero también sabía que tenía a gente a mi alrededor que estarían conmigo. Y uno de ellos era Marco.

Recogí la botella del banquillo después de que Julian nos diese una charla sobre el próximo partido. Y estaba bastante contenta porque si todo iba bien podía jugar al menos unos minutos. Eso me bastaba.

"Estoy deseando que termine la liga." Dijo Sabine sentandose en el banquillo mientras se quitaba las zapatillas. "Si ganamos el próximo partido seremos campeonas, y necesito una buena fiesta."

"¿Fiesta?" Le pregunté.

"Sí, el año que el Borussia ganó la Bundesliga nosotras ganamos la copa Alemana y celebramos juntos los títulos." Contestó Karola. "Fuimos a las oficinas del club, cenamos y después estuvimos de fiesta."

Nadja pasó por mi lado y me vino a la mente sus palabras. Nos conocimos en una fiesta. Posiblemente se refería a esa fiesta. Nadja y Marco se conocieron allí.

"Ese año fue genial." Dijo Sabine de nuevo. "Lástima que el Bayern ganase la Liga, porque si no la fiesta se hubiese repetido."

Fuimos hasta los vestuarios y me duché lo más rápido que pude. Erik me había dicho que no entrenaban y quería hablar conmigo.

La verdad es que nuestra relación iba mejorando. Volvía a ser el mismo, aunque muchas veces mandaba indirectas y me llegaba a incomodar bastante.

Salí del vestuario y me coloqué la mochila en el hombro cuando...

"¡Ay!"

Escuché un ruido y el quejido de un chico. Me giré rápidamente y tiré la bolsa al suelo.

"Oh, lo siento mucho." El chico tenía las manos puestas en su estómago. "No te he visto."

"¡Marcel!" Aquella voz... "¿Marcel? ¿Qué...? ¿Erika, qué le has hecho?"

Marco miró al chico y apoyó su mano en la espalda de este.

"¿Estás bien tío?" Le preguntó.

"No le he visto, lo siento mucho." 

"No te preocupes." Este se incorporó y miró a Marco. "Estoy bien."

"No sabía que fueses tan celosa." Dijo Marco vacilándome. "Marcel y yo solo somos amigos."

Idiota.

"¿Os conocéis?" Preguntó el tal Marcel.

"Ella es Erika, la hija de Franz." Contestó Marco. "Erika, Marcel, Marcel, Erika."

"Encantada." Me incliné hacia él y nos dimos dos besos, era más bajo que Marco, más o menos de mi misma estatura.

"Igualmente."

Miré a Marcel de arriba abajo. La verdad es que era un chico bastante guapo. Tenía el pelo castaño oscuro parecido al peinado de Marco. Sus ojos eran oscuros y tenía una sonrisa preciosa. 

Fijo que tenía novia.

"Nosotros nos vamos a cenar por ahí." Dijo Marco.

"Vale." Marcel y yo nos miramos con una sonrisa. "¡Oye! Por cierto."

Marco se giró hacia mí.

"Este sábado jugamos el último partido de Liga contra el Bayer Leverkusen. ¿Vais a venir?" Les pregunté. Cuanta más gente, mejor.

"Tenemos que ir igualmente." Contestó Marco.

"¿Y eso?"

"Si ganais sois campeonas, ¿no? Pues como nosotros hemos ganado la copa Alemana tenemos que estar allí." La historia se repetía. "Así que no te preocupes que estaremos allí viendote."

Crucé los brazos y fruncí el ceño.

"Estaba invitando a Marcel." Vacilé. "Tu te estabas invitando solo."

"Has dicho, vais." Contestó Reus con esa sonrisa torcida.

"Tengo educación, y como estabas delante..."

Se quedó callado con las cejas arqueadas.

"Ya..."

Cogí la mochila del suelo y me la coloqué sobre mi hombro. Esta vez con más cuidado por si volvía a darle a alguien.

"Hasta luego, Marcel."

"Adiós Erika."

Me dí la vuelta y miré a Marco.

"Nos vemos Reus."

"¡Cuando tu quieras!"

[...]

Marco POV

Llevé a Marcel a casa para cenar tranquilamente en ella y poder contarnos todo lo que nos había ocurrido todo este tiempo.

Marcel acababa de llegar de un viaje a Polonia y hacía muchísimo que no le veía, así que quedé con él para ponernos al día de todo lo ocurrido.

"Entonces el sábado se puede repetir la fiesta, ¿no?" Marcel arqueó las cejas y cogió una cerveza. "Espero que ganen."

Reí ante el comentario.

"Daría lo que fuese por repetirla."

"Estuvo bien." Respondí.

"¿Bien? Estuvo increíble." Dijo. "Tu no tendrás queja ninguna. ¿No te enrollaste con aquella chica?"

"Eso fue hace mucho." Contesté quitandole importancia. "Tu en cambio..."

"A mi eso de liarme con tres en una noche no me va. Yo prefiero ir despacio." Dejó la cerveza en la mesa y colocó los codos en sus rodillas. "¿Y Carolin? ¿Sabes algo de ella?"

Negué con la cabeza. 

Aquel era un tema del que no quería hablar. Solo había tres personas que sabían lo que realmente había pasado entre ella y yo, y esperaba que siguiese así.

"Nada." Respondí. "No quiero volver a verla, no me interesa..."

"Normal."

Miré a Marcel con el ceño fruncido, este apoyó su espalda en el sofá y colocó su pierna encima de la otra.

"¿Normal?" 

"No hay que ser muy listo para saber que estás interesado en otra persona." Soltó. "Solo hay que ver como miras a Erika."

Aquello me pilló por sorpresa.

"¿Y como la miro? Si se puede saber."

"Venga ya..." No pude evitar sonreir. "Ay, que el señor Marcinho se ha enamorado..."

"No." Respondí mientras negaba con la cabeza. "No estoy enamorado de ella."

Marcel se inclinó hacia a mi arqueando una ceja.

"A mi no me engañas Marco."

"No se lo que siento por ella." Contesté. "Me gusta, sí. No te lo voy a negar..."

"¿Pero?"

"Pero no estoy seguro. Hay cosas que no me cuadran..."

"¿Qué se supone que te tiene que cuadrar?" Marcel hizo un gesto con las manos. 

"Hay algo que no me trae confianza... No se si me explico..."

"Pues no. Once años de amistad para nada..."

No pude evitar reirme ante el comentario, negué con la cabeza y me removí en el sofá para acercarme más a él.

"El día de la mudanza de mi madre, la ayudé a descargar unas cajas." Le expliqué. "Estaba llevándolas hacia el coche, cuando uno de los albumes cayó al suelo. Me agaché a recogerlo, el álbum era antiguo y una de las fotos se salió." Marcel me prestaba atención. "Nunca había visto aquel album pero cuando recogí la foto..." Entrecerré los ojos.

"¿Qué foto era?"

"Era antigua, creo que antes de que yo naciera."

"¿Y?"

"En la foto aparecía mi madre agarrada del brazo de Franz, el padre de Erika."