Vidas Cruzadas. « m.r »

Capítulo 45.

Marco POV

Abrí la puerta dejando pasar a Marcel y a Robin que habían decidido venir a visitarme. Los entrenamientos habían parado y hasta Agosto no volvían a empezar así que en cierto modo yo también tenía vacaciones.

"¡¿Listo para volver a Ibiza?!" Marcel se dejó caer en el sofá. "Ya sabes que quiero repetir la fiesta."

Robin me miró mientras negabamos con la cabeza.

Este tío no iba a cambiar en la vida.

"No tengo ganas, la verdad."

"No tienes ganas porque Erika no va." Marcel se inclinó hacia mi. "¿Habéis vuelto a hablar?"

Robin nos miraba atentamente. Junto a Marcel era uno de mis mejores amigos. Nos conocíamos desde que eramos pequeños y aunque yo no le había hablado mucho de Erika estaba seguro que Marcel si lo había hecho.

"No." Contesté.

"¿No piensas hacer nada?" Preguntó Robin. "No la conozco bien, pero creo que merece la pena luchar por ella, ¿no?"

Marcel se giró hacia él.

"¿Para qué?" Le dijo. "No quiere escucharle. Pasa de él. Es una cría."

"¿A ti no te caía bien?" Le pregunté a Marcel arqueando las cejas.

"¿Quieres que me ponga de su parte?"

Negué con la cabeza mientras me reía.

"¿Entonces...?" 

"No quiere escucharme Robin."

"Eres demasiado orgulloso." Contestó mi amigo. "Tu sabrás lo que haces, pero sabes perfectamente que aún la quieres."

Marcel cambió de tema intentando que no pensanse en ella. 

Aquello era difícil, tras la cena en la que nos dijo que se iba a Barcelona no había dejado de darle vueltas a la cabeza, y después de las palabras de Robin, menos.

[...]

Erika Pov

Quedaban tres días para viajar a Barcelona y había quedado con Lea para ir a dar un paseo y contarle lo sucedido mientras ella se encontraba en Hannover.

Nos metimos en una cafetería en el centro de la ciudad y nos sentamos en frente de la puerta.

"¿Cuanto tiempo estarás en Barcelona?" Preguntó Lea mientras escondía un mechón de pelo tras la oreja.

"Diez días." Respondí.

"¿Emocionada?" Dio un sorbo al café. "Por fin vas a ver Barcelona."

Sonreí tímidamente y asentí con la cabeza.

"Tengo muchas ganas de viajar."

"Pero..."

Me conocía. Sabía que no estaba bien, y que a pesar de que iba a visitar la ciudad que más ansiaba ver, la tristeza de estar separada de Marco me superaba.

"No quiero pensar en él." Contesté. "Quiero alejarme y pasar unos días con mi madre, eso es todo."

Lea agarró mi mano y sonrió.

"Así me gusta."

Después del café y que me contase sobre su viaje a Hannover decidimos dar una vuelta e ir a las tiendas para ver ropa. Entramos en H&M y me quedé parada ante un estante de camisetas.

"Erika." Lea palmeó mi brazo. "Erika."

"¿Qué?" 

Me giré hacia ella cuando me di cuenta lo que estaba mirando con tanta sorpresa.