Aún, en la oscuridad de su habitación, su mente divagaba en aquella cifra garabateada... 0.08 %. Siempre le había parecido increíble esa capacidad de Shikamaru de trazar en pocas líneas sus futuras probabilidades de vida, y es que le parecía simplemente imposible que alguien pudiera escribir con tanta naturalidad, y mente fría, las posibilidades de su propia muerte. Reduciendo en un pequeño número desalentador, su futuro en aquel mundo. Aunque considerando en general las características de la personalidad de él no resultaba tan extraño, Shikamaru siempre había sido un hombre primeramente racional antes que emocional. Siempre había sido capaz de mantener la compostura en las situaciones más acaloradas, siempre impasible y calculador. Su mente solía trabajar en velocidades no registradas para las demás personas, en cuanto lógica el moreno estaba por encima de todos. Era su campo, allí nadie podía superarlo.
Sin embargo, de allí a trazar en unas líneas su propia muerte había un trecho muy largo e Ino no podía dejar de pensar en el estúpido número anotado al margen de aquella página que más que una carta parecía ahora un acta de defunción. No sólo de Shikamaru, sino suya. Su propia vida, su propia felicidad estaba atada a él. Y ahora la vida quería arrebatárselo. No podía soportarlo, la sola idea la enfermaba y hacía que ese nudo en su estómago volviera a formársele. Por momentos se sentía sofocar, la oscuridad no ayudaba por supuesto, sin embargo ocultaba sus ojos lagrimosos.
Forzándose a contener las lágrimas al borde de sus ojos, sin permitirles caer, se giró en la cama. Shikamaru permanecía a su lado dormido, hacía ya dos horas desde que ambos se habían acostado y el moreno había caído rendido al instante. Cerrando los ojos para no volver a abrirlos. Contemplándolo dormir lo tomó desde detrás por la cintura, aferrándose con todas sus fuerzas a él y enterrando su rostro en la espalda intentando apagar los leves sollozos e imperceptibles espasmos que recorrían su cuerpo.
Entonces Shikamaru se removió en la oscuridad, sin poder voltearse debido al firme agarre de ella.
-Ino ¿Qué sucede?- susurró, la voz de él disparó su corazón desenfrenado.
-...-
-¿Ino?-
-Na... nada- suspiró, intentando apagar la angustia que la consumía en su interior y que se apoderaba poco a poco de su cuerpo.
-Ino, dímelo por favor- en la penumbra pudo vislumbrar la silueta de él y las líneas que dibujaban sus facciones. Shikamaru se veía claramente preocupado.
-Nada, sólo fue un sueño... uno horrible- mintió. Quisiera que fuera un sueño, Shikamaru.
Entonces, liberándose del firme agarre de las manos de ella, se volteó para enfrentarla, tomándola por la cintura mientras la joven se acurrucaba contra su pecho. Dejando reposar Shikamaru su mentón sobre la cabeza de ella.
-¿Qué fue?- Ino tembló ante la aspereza de la voz de él.
-Soñé que te perdía...- ante las palabras de ella lo sintió tensarse contra su cuerpo, contuvo el aire, aquello era demasiado doloroso y las reacciones de él seguían confirmándole que aquello era cierto. Que sucedería y que sólo tenía un 0,08% de volver a verlo.
-Ino...-
-No quiero perderte, Shikamaru. No quiero tener que ver otro Asuma, otro como mi padre, otra pérdida- suspiró, la sola idea la aterrorizaba y aún el recuerdo de su sensei muriendo la atormentaba así como la fatídica muerte de su padre. No era así como quería recordarlo, tampoco a Shikamaru. No quería tener que enterrar a nadie más.
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Hasta que la muerte...[Finalizada]
FanfictionTodos creemos que cuando encontramos la felicidad esta puede ser eterna pero aveces no lo es, un hecho inesperado puede arrabatarla de nuestras manos. Los invito a leer un emocionante Shikaino. Los personajes no me pertenecen y la historia es un rem...