XXI: Inesperado

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-¡Shikamaru!- gritó con todas sus fuerzas. El hombre levantó la mirada apesadumbrado y debajo de todas las heridas y la mugre que ocultaban su rostro Ino pudo reconocer una débil sonrisa. Entonces una vez más gritó, corriendo hacia él -¡Ayuda! ¡Ayuda! Shikamaru...-


El moreno suspiró y llegando hasta el límite de la entrada cayó, de boca contra el áspero pavimento, perdiendo inmediatamente el conocimiento. El cuerpo inerte del segundo hombre colisionando encima de él. La rubia lo reconoció al instante; era Genma.

Al instante ambos shinobi que permanecía a cada lada del gran portón, haciendo guardia, se apresuraron hacia ellos. Ino, por su parte, permanecía agachada junto a ambos cuerpos. Jadeando agitadamente.

-¡Ayuda, por favor!- exclamó una vez más, observando a ambos guardias inclinarse enfrente de ella de igual manera junto a los inconscientes shinobi.

Ambos hombres tomaron, cada uno un cuerpo de los caídos, y corriendo se apresuraron hacia el hospital. Ino corriendo detrás de ellos cuidadosamente, con los ojos abarrotados de lágrimas y aferrando su vientre con todas sus fuerzas. ¡Que esté bien! Rogaba, una y otra vez. Sintiendo su corazón latir violentamente contra su pecho, como si quisiera salirse de su cuerpo. Mientras la adrenalina corría por sus venas, exaltándola y haciéndola sentirse viva por primera vez en demasiado tiempo.

Finalmente abordaron al hospital, ambos hombres sujetando a Shikamaru y Genma, los dos inconscientes, por la cintura y teniéndolos sobre sus hombros. Ino no muy lejos llegó detrás de ellos, respirando agitadamente mientras permanecía con sus manos en su abdomen. Haciendo una fuerza sobrehumana por mantenerse en pié. Pues de repente se sentía mareada, abrumada.

Una voz la sacó de su trance, era Tsunade -¿Qué sucede aquí?- exclamó, sus ojos se abrieron desmesuradamente ante la vista de quienes había dado por muertos meses atrás. Claramente no esperaba milagro tal. Rápidamente, indicó a ambos guardias que la siguieran y tras recorrer un largo corredor los depositó finalmente en una camilla a cada uno. Examinando cuidadosamente cada herida, corte, marca y daño colateral.

-¡Ino, espera afuera!-.gritó. Pero la rubia se rehusaba a marcharse.

-¡Quiero quedarme con Shikamaru!- Tsunade negó con la cabeza.

-Haz lo que te digo-.ordenó, una vez más -Espera afuera-

Su tono resultó tan cortante que la joven no se sintió con capaz de objetar a tal autoridad por lo que finalmente accedió y salió por la puerta, cruzándose con Shizune en el paso, quien se dirigía hacia donde estaba Tsunade.

Por su parte, Ino no perdió tiempo y rápidamente salió del hospital en busca de Chouji, los padres de éste, su madre y Yoshino. Aún así no corrió, temiendo por el bienestar de su bebé, sino que caminó apresuradamente hacia el cementerio. Donde sabía que estaría su amigo, llorando a alguien que aún no estaba muerto.

-¡Chouji!- chilló al verlo hincado frente a la tumba de su amigo Karui permanecía a su lado de pié, acariciándole gentilmente el hombro el castaño se volteó a verla.

-¡Ino!- exclamó preocupado, poniéndose de pié. Y aunque intentó disimularlo Ino pudo ver que su amigo había estado llorando -¿Qué sucede? ¿Estás bien?-

La chica asintió -Shikamaru...- jadeó, los ojos del Akimichi la miraron confundidos -¡Está vivo! Tsunade lo está atendiendo ahora mismo...-

Hasta que la muerte...[Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora