Aquel día lo había sentido más largo que los anteriores, casi eterno. Al igual que el día anterior, el día del cumpleaños de Shikamaru. El cual había pasado en su casa, intentando despejar su mente con quehaceres del hogar innecesarios.
Pero, particularmente, el día de hoy le resultaba más tortuoso aún. Las horas parecían pasar lentamente casi sin avanzar... las manecillas del reloj rara vez se movían o al menos esa era la impresión de ella y no había nada que ella pudiera hacer para pasar el rato. Nada, simplemente sentarse en soledad en su casa contemplando el número que meses atrás había marcado en el calendario, con cierta emoción que ahora había perdido. Levantó la mirada, el papel garabateado señalaba 23. Su cumpleaños, aquel día cumpliría 25 años de vida. Y dos años de matrimonio junto a la persona que más amaba, esa que ya no estaba junto a ella. Shikamaru. Pensó, resintiendo en su interior una vez más su ausencia.
Y lo peor de aquel día estaba por venir, ciertamente algo que Ino no esperaba y rogaba tener que obviar. Sin embargo su madre, Chouji y Sakura habían insistido en que festejara su cumpleaños, alegando que sería bueno para ella y su salud. Y ella por supuesto no se había podido negar, no después de ver las expresiones de preocupación de sus propios padres. Por lo que ahora tendría que arreglarse, vestirse adecuadamente y maquillarse... arreglar su cabello y dibujar en su rostro una sonrisa forzada, mientras fingía bienestar y fortaleza ante las personas que visitarían aquella noche su casa. Sólo para complacerlos, pues no esperaba que entendieran cómo se sentía. No esperaba que pudieran comprender la magnitud de su miedo, y angustia. Así que fingiría, para tranquilizarlos. Simplemente por unas horas, luego se marcharían y ella podría huir al refugio de su cama y permanecer allí hasta que el 23 de Septiembre hubiera terminado.
Suspiró, contemplando su reflejo en el espejo. A pesar de haber maquillado las sombras debajo de sus ojos las ojeras aún se hacían visibles. E Ino misma sabía que su apariencia era enfermiza, se preguntaba si debiera preocuparse por el hecho de que la temperatura de su cuerpo no bajaba. Pero eran sólo unas líneas por encima de los 37º C. Por lo que ignoraría el hecho, de todas formas no era lo peor que podía sucederle. Simplemente rogaba no desmayarse frente a ellos.
¡Ring! Sonó el timbre, la rubia rápidamente pasó la mano por su cabellera para darle forma, terminó de maquillar su pálido rostro, y corrió escaleras abajo y hacia la puerta. Sosteniéndose en el camino del pasamanos pues aún se sentía débil. Como si el cuerpo le pesara.
-¿Quién es?- preguntó, forzando la voz en un tono animado. Aunque el cansancio se oyó. Aún así lo ignoró.
-¡Sakura, Ino!- gritó. La rubia volvió a mirarse rápidamente en el espejo junto a la puerta y sin pensarlo dos veces abrió, forzando esa sonrisa.
-¡Frente de marquesina!- exclamó, Sakura la miró con desconfianza mas no dijo nada y simplemente entró. Detrás de ella apareció el Akimichi que acababa de llegar -¡Chouji!-
-Feliz cumpleaños, Ino- dijo con una suave sonrisa, examinando la expresión de su amiga.
-¡Gracias, Chouji!- ambos ingresaron y la muchacha cerró la puerta detrás de ella. Dirigiéndose hacia la cocina. El castaño y la pelirrosa la siguieron de cerca.
-¿Cocinaste?- la cuestionó el chico al ver la olla sobre el fuego, Ino asintió
-¿Tú?--Si, yo- replicó de forma cortante, sin apartar la mirada de la preparación. Sabía a lo que Chouji se refería y aunque en otro momento hubiera encontrado el comentario divertido y seguramente hubiera fingido enfado y regañado a su amigo, hoy encontraba la acusación ofensiva e irritante.
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Hasta que la muerte...[Finalizada]
FanfictionTodos creemos que cuando encontramos la felicidad esta puede ser eterna pero aveces no lo es, un hecho inesperado puede arrabatarla de nuestras manos. Los invito a leer un emocionante Shikaino. Los personajes no me pertenecen y la historia es un rem...