ll: Un año y medio de casados

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Se revolvió entre las sábanas, como aquel día hacía ya un año y medio atrás, sólo para encontrarse en una situación similar y sin embargo notoria y gratamente distinta.

-Mmm…-

Lentamente se giró en la cama sólo para sentir la calidez de alguien recostado junto a él, sonrió y con cuidado rodeó con sus brazos por la espalda a Ino. La cual ante el contacto se agitó y volteó para enfrentarlo, también con una sonrisa.

-¿Shika?- entonces lo sintió besarle lentamente el cuello, en el hueco justo debajo de la oreja. Aquello simplemente la hacía sentir derretirse, y él lo sabía.

-Buenos días- fue todo lo que respondió e Ino se alegró también de ver que él sonreía.

-¿Sabes en que estaba pensando?-murmuró la joven aún soñolienta, él negó con la cabeza -Me acordaba de nuestra boda- el chico sonrió, entonces inesperadamente ella lo golpeó.

-¡Ouch! ¿Y eso?-

-Por intentar escaparte...-

-Pero al final no lo hice- fue todo lo que atinó a decir en su defensa. Ino rió, feliz.

-¿Qué hora es?- preguntó entonces. El moreno de forma perezosa volvió la vista al reloj junto a él, sobre su mesita de noche, y con la voz ronca respondió -Las once- como había anticipado Ino se incorporó de forma brusca llevándose con ella la calidez que Shikamaru tanto disfrutaba.


-¡Es demasiado tarde! ¡Shikamaru! ¡¿Cómo me dejaste dormir tanto?!-

El chico se encogió de hombros y acomodándose boca arriba en la cama suspiró, sintiendo el peso de su cuerpo hundirse en el mullido colchón, deseando poder quedarse allí para siempre, junto ella y de aquella forma.

-No tienes que levantarte ya, Ino ¿Sabes?- ella arrugó la nariz, obviamente consideraba aquello inaceptable.

-¡Claro que sí! Es tarde, hay cientos de cosas que hacer. No puedes holgazanear por la vida- Shikamaru sonrió.

-Si puedes...- ella salió de la cama y comenzando a vestirse murmuró algo casi inentendible sin embargo el chico pudo oír algo similar a "Eres imposible".

Rápidamente se terminó de vestir y cuando se disponía a salir de la habitación sintió los dedos de él rodearle la muñeca.

-No te vayas- la joven rubia intentó soltarse sin embargo él no parecía querer dejarla ir.

-¡Shikamaru hay que hacer demasiadas cosas! No podemos estar perdiendo el tiempo ¿Sabes? Hay que hacer los informes de las misiones de ayer para entregárselos a Kakashi, entrenar, limpiar la casa y hacer las compras. No hay nada en el refrigerador-

-¿No estabas a dieta?- murmuró el moreno finalmente soltándola, deseando que aquello le evitara de tener que ir al mercado a comprar. De todas las cosas que debía hacer aquello era lo que más odiaba pues Ino nunca se limitaba a comprar lo estrictamente necesario.

-¡A dieta, no en ayuna!- espetó, él bufó viendo su única posibilidad de escape fallida.

-Bien, bien. Ya me levanto, qué problemática eres mujer...-

Hasta que la muerte...[Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora