XIX: Luto

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-Hoy llegó esto... es un informe- tomó aire, y la voz de Ino pareció atraparse en su garganta. Por unos instantes permaneció en silencio oyendo únicamente el sonido de su propio corazón golpetear impetuoso contra su pecho -Fue un éxito-

De pronto la joven dejó escapar el aire que ignoraba haber estado conteniendo, en una clara exclamación de alivio. Sakura asintió, palmeando suavemente el hombro de su amiga.

-¿Y Shikamaru como está?- cuestionó ansiosa.

-Él esta...- suspiró lentamente -será mejor que te sientes-


No supo cuando pero su cuerpo comenzó a temblar violentamente, sintiéndose de repente sofocar. El aire comenzaba a faltarle y podía sentir una vez más la ardiente sensación nauseabunda ascenderle por la garganta, quemándole todo a su paso. Pero se contuvo, sabía que debía oírlo lo siguiente. En el mayor estado de cordura posible.

Lentamente asintió y tomó asiento, el Hokage comenzó a explicar cuidadosamente lo sucedido -La emboscada fue un total éxito, hoy llegaron los shinobi que envié para recopilar información sobre la misión. Ellos acudieron al lugar...- una pausa se extendió, hasta que Kakashi volvió a hablar. Mirando fijamente a la joven delante de ella, Ino sintió que en sus ojos había pena. Seguramente por ella. Temió lo peor.

-Como debes saber, eran notoriamente superiores en cantidad. Y por supuesto todos shinobi peligrosos, de alto rango- la rubia asintió, intentando seguir el hilo de la narración. Sin embargo, por momentos se sentía totalmente perdida -Es por eso que esta misión era tan riesgosa...-

-Cuando llegaron, se sorprendieron de encontrar el lugar totalmente devastado- el corazón de Ino dio un vuelco, Sakura a su lado aumentó la intensidad con que aferraba el hombro de su amiga -Totalmente destruido, al parecer la emboscada tuvo lugar en un paso rocoso. Y la estrategia de Shikamaru fue un derrumbe, imagino que para mermar la cantidad de enemigos. Y luego la utilización de sellos explosivos en lugares estratégicos. Todo estalló... Ino, no quedó nada. Simplemente un montón descombros, debajo de los cuales se encontraron algunos cuerpos aplastados- respiró profundamente -entre los que se encontraban los cuerpos de Namiashi Raidō y Hina Arakawa. Los demás cadáveres se encontraban totalmente irreconocibles- Ino sintió una vez más su estómago revolverse -totalmente calcinados. Únicamente se recuperó esto de Nara Shikamaru y Shiranui Genma- explicó el hokage colocando lentamente sobre la mesa ambos protectores, con el símbolo de Konoha, pertenecientes obviamente a ambos hombres. Tanto uno como el otro se encontraban teñidos por partes de un intenso rojo oscuro, el color de la sangre seca.

-Estaban cerca de un par de cuerpos... pero realmente estaban irreconocibles. Lo siento- susurró.

De repente Ino se sintió en completo silencio, totalmente ajena a todo lo que ocurría a su alrededor. Como si de repente el mundo estuviera en colores y ella simplemente en blanco y negro. Sintió frío, una vez más su cuerpo tembló violentamente. Y aunque las palabras seguían resonando en su cabeza no lograba reaccionar ante ellas. No sentía nada, ni su propio ser. Estaba entumecida, adormecida completamente. Shikamaru no volverá... Pensó. Y de pronto todo se derrumbó e Ino cayó al suelo de rodillas, abrazando fuertemente su vientre con sus brazos. Sollozando violentamente.

Entonces recordó la escena que el moreno le había descrito cuando fue el turno de él de hablar con Kurenai por la muerte de Asuma. Era la misma, idéntica o cuando le tocó a ella contarle a su madre sobre la muerte de su padre, sentía que ella ahora misma era su madre. La historia se repetía, sólo que esta vez... ella era la protagonista. Por más que odiara hacerlo. No había nada que la joven pudiera hacer.

Hasta que la muerte...[Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora