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Edward entra en la cocina, pasado ya el amanecer, y pasa por mi lado, después se apoya relajadamente en la cocina y me observa tomar el desayuno. La libreta de mi padre permanece abierta a un lado, he estado repasando cada una de sus palabras con cuidado, y recordando su letra en mi mente que, a este punto, puedo recitar de memoria.

- Ah, bien, estás aquí -señala Carlisle mientras hace aparición en la cocina-. Vamos a ir a ver a los Denali, quiero que te conozcan -explica con tranquilidad mientras se percata de que todavía no he terminado mi desayuno. 

- ¿Qué? -pregunta Edward confuso, dejando de mirarme durante unos segundos-. No- salta Edward.

- ¿Por qué no? -pregunto yo encarándolo. Le echo una mirada mortal, aunque no sé si él sabe interpretarla.

- Eso ¿Por qué no Edward?- pregunta Emmett.- No tendrás miedo de que le hagan daño a, ¿no?- dice mientras yo lo miro ahora a él frunciendo el ceño.

- Espera- le digo a Carlisle-. ¿Es eso? ¿Hay algún peligro? No voy a poner en riesgo mi vida ni la de los demás -aseguro mientras cierro el cuaderno de mi padre. 

- No, no -asegura-. Sabes que te protegeremos. Edward solo está siendo paranoico.-Yo asiento mientras dejo los platos  vasos en el fregadero-. Edward puede acompañarnos si quiere.

- Iré con vosotros- dice Edward con decisión.

- ¿Para que queréis que conozca a los Denali?- pregunto- ¿Qué tipo de personas son? ¿Otro clan?

- Sí, son otro clan -responde-. Buenos amigos nuestros. 

Lo miro con recelo y me tomo unos segundos para reflexionar. Ahora que he estado unos días tranquila no sé si merece la pena volver a exponerme a este mundo inmortal. 

- Estoy segura de que mis padres me mantuvieron alejados de este mundo por buenas razones -apunto-. No estoy segura de que ahora yo deba romper todas sus reglas... 

- Ya no estás con ellos -suelta Rosalie. 

La miro de reojo, su pelo rubio brilla incluso bajo las oscuras nubes de tormenta. No me digno a contestar a su comentario, no merece la pena. 

- Rosalie... -murmura Carlisle-. Ophelia, muy pocos vampiros han conocido a híbridos y muchos menos a mestizos... ¡Eres algo que ocurre cada muchos años! 

- Está bien -sentencio, para que dejen todos de mencionar los especial, extraordinaria o rara que soy-. Viajaré con vosotros para conocer al Clan Denali. 

Me choco con Emmet mientras bajo las escaleras tras vestirme. 

- Cuidado, mestiza -me dice, separándome de él y analizando mi ropa.

- Tú eres el vampiro, no yo. Ten más cuidado -suelto de mal humor. 

- ¿Te has levantado con el pie izquierdo? -pregunta con una sonrisa graciosa. Yo ruedo mis ojos azules y lo esquivo, mientras bufo.

Entro en la cocina y veo a Esme haciendo ya algunas cosillas aquí y allá.

- Buenos días, ¿ya estás preparada? -canturrea sin girarse. 

-Sí -respondo. 

Después se gira y me pone delante un vaso lleno con liquido rosa. 

-Pensé que te apetecería algo para coger fuerzas. Es una batido de fresa y frutos del bosque.

Le doy un sorbo y mi lengua se deleita con cada sabor.

-Es fantástico. Gracias.- después le regalo mi mejor y más sincera sonrisa. 

LUNA DE SANGRE [CREPUSCULO...]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora