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Esme me despierta con voz cantarina desde la puerta. Me preparo y me miro al espejo. Hoy llevo una blusa blanca y el pelo semi-recogido, unas medias color carne y una falda corta y negra con algo de vuelo. La falda puede que no sea la mejor elección para ir en moto pero si sabes cómo hacerlo, no tienes ese tipo de problemas. 

Bajo las escaleras casi trotando, puede que ayer no fuese un día perfecto pero sin duda hoy será un día mejor. Además, recibí más de veinte peticiones de amistad en Facebook, aunque realmente solo conocía a los que se presentaron ayer. 

Alice corre a abrazarme cuando entro en el salón.

- Qué alegría que estés bien -dice dándome un abrazo que me oprime un poco las costillas. Yo le respondo riéndome un poco en su oído-. Has sobrevivido al primer día de clase.

Me aparto y se acerca Emmett con los brazos abiertos y una gran sonrisa. Me abraza y me levanta del suelo.

- Está entera, señores, esta chica es una bestia -anuncia con voz de interlocutor.

Me rio a carcajadas.

-Ahora solo tienes que aguantar hasta la graduación -añade Emmett. 

Pongo los ojos en blanco. 

Esme entra con un plato y un vaso en cada mano. 

-Tu desayuno. Cereales y un zumo natural. Carlisle ya está en el trabajo. 

-Gracias.

Tardo 10 minutos en comerme el desayuno y después tomo la moto antes de ir al instituto. Al momento de llegar todas las miradas vuelven a centrarse en mí, pero hoy solo tengo ganas de presumir.

-¿Qué tal, Jessica? -saludo mientras me acerco a ella y a su grupo. 

-Muy bien, gracias -responde con una sonrisa brillante, y aparta su pelo rubio y liso del hombro-. Gracias por aceptar mi petición de Facebook. He visto que tu cumpleaños fue hace poco. ¿Lo has celebrado? 

Niego con la cabeza. 

-Algunos amigos y yo iremos este viernes por la noche a Port Angeles, al karaoke. ¿Te apuntas? 

-Tendré que preguntar a... los Cullen, pero creo que sí. 

-¿Crees que Edward querría venir también? -pregunta. 

Lo dudo mucho pero... elijo ser educada con la chica. 

-Se lo preguntaré -le aseguro. 

-Vale, genial. Me voy a mi clase -dice antes de caminar hacia la puerta. 

Me pongo de espaldas a la gente y abro la taquilla cuando llego hasta ella. 

-¿Ophelia? -oigo decir detrás de mí.

- Oh. Hola... ¿Mike? - digo cuando me giro y lo encaro. 

El chico sonríe ante su nombre. 

-Vi tu petición de Facebook -explico. 

Mike mete sus manos en los bolsillos delanteros de sus vaqueros antes de que me fije en su pelo algo alborotado, como si no hubiese tenido tiempo de peinarse antes de venir. 

-El viernes por la noche voy a Port Angeles con unos amigos... -comienza a decir, claramente nervioso. 

-¿A cantar en un karaoke? -adivino. 

-Sí... sí -tartamudea-. ¿Cómo lo has sabido? 

-Jessica me ha invitado... Bueno, y a Edward -explico. 

-Oh, genial. Y, ¿vas a venir? -pregunta, levantando una ceja.

-Sí, supongo que sí. Pero tengo que pedir permiso antes... 

-Entiendo -suspira-. Bueno, acepta mi amistad en Facebook -pide antes de irse a la misma vez que suena el timbre. 

Y así comienzo el segundo día de clase. Y sobrevivo. 


Mi sueños es una combinación de imágenes. En la primera salgo yo en bici por el bosque donde acampábamos, se ve mi pelo volando al viento y con mi mano voy soltando hojas secas, justo después de aprender a montar en bicicleta sin ruedines. En la segunda salimos un montón de niñas preparadas en la línea de salida, un disparo suena y todas echamos a correr, yo gano la carrera y salto de alegría mientras abrazo a mis amigas. En la siguiente somos mi padre y yo saltando desde una cascada, creo que era en Finlandia , después salto con mi madre, se ve todo el momento hasta que entramos en el agua. En el siguiente salimos mi madre y yo en la cocina de casa, recuerdo ese día, se nos ocurrió hacer una tarta con fresas pero al final acabamos llenas de comida. Salimos con la cara llena de harina y mi madre me da con una brocha llena de mermelada en la cara, la miro seria mientras cojo un puñado de harina en la mano y se lo tiro en la cara después, nos reímos y tiramos otro puñado de harina a la cámara donde estaba grabando mi padre. En el siguiente salimos mi padre y yo en el laboratorio haciendo pruebas estúpidas de coca-cola y mentos. Llevamos puertas las batas blancas y las gafas transparentes, mi padre a modo de gracia se pone uno de los tubos de buceo, yo me rio. Cojo los mentos y los enseño a la cámara, después mi padre coge la botella de coca-cola y la enseña a la cámara. Ponemos la botella en una mesa de metal de su laboratorio en el sótano de mi casa y yo echo los mentos rápidamente. La coca-cola sale demasiado rápido y nos moja a los dos, después nos reímos a carcajadas. El siguiente es de la noche del campamento de los 17 años, mis padres decidieron comprar fuegos artificiales y los tiramos en el bosque, salgo yo mirando al cielo, a los fuegos artificiales de colores y mis padres se besan y se abrazan. 

-Y recuerda, cariño -dice mi padre-. Siempre, siempre te querremos -me dice antes de que sople las velas de mi tarta de cumpleaños. 


-¡Ophelia! -llama mi padre-. ¿Puedes ayudarme a grabar este video? -pregunta mi padre mientras bajo al sótano, donde se encuentras su laboratorio. 

-Sí, claro -respondo mientras sonrío con orgullo-. Se te da tan mal la tecnología digital... -me burlo. 

-No digas tonterías -me reprende-. No todos hemos nacido en una época donde la tecnología avanza tan rápido. 

-Sí, vale. Ahora resulta que lo de entender los aparatos va en los genes -bufo. 

-¿Cuánto tiempo tienes para ayudarme? -pregunta mi padre mientras me entrega la cámara. 

Consulto mi reloj de muñeca. 

-Hasta la cinco. Voy a casa de Nilsson para hacer de niñera -explico. 

-Oh, sí -murmura-. La cena de Navidad de su empresa es hoy -recuerda-. Vale, creo que nos da tiempo a grabar este video para enviarlo a mi empresa hablando sobre esas cosas que a ti te aburren tanto y después quedarás libre de tus deberes como hija. 

Me rio. 

-A mí no me aburren estas cosas -aseguro-. Es solo que no me gustan tanto como a ti. 

Asiente mientras se sienta sobre una silla de escritorio frente a la cámara. 

-Tu solo... ocúpate de grabar bien y no hagas preguntas. 

Suspiro mientras enciendo la cámara y me preparo. 

-Buenos días, soy Ronald Mathews... 

LUNA DE SANGRE [CREPUSCULO...]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora