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-¿Cómo lo haces? -pregunta Carmen.

-Me imagino lo que se supone que tienen que hacer las cosas, como son y cómo funcionan. Por ejemplo no puedo hacer un puente en un coche mentalmente porque no sé cómo funciona un la mecánica de un coche, pero puedo abrir cerraduras de cualquier puerta porque las sé imaginar. porque mi madre me enseñó cómo era su mecanismo interno.

-¿Y personas? -pregunta Irina-. ¿Puedes mover a personas o animales?

-No. No puedo mover nada que esté vivo o... bueno, vampiros -admito. 

de pronto veo un libro gordísimo acercarse peligrosamente a mi cara. Lo aparto con la mente y cae deslizándose por el suelo hasta la pared. Me giro hacia Kate y la miro furiosa.

-¿Estás loca? ¿Quieres matarme o qué? -Pregunto mientras aprieto los puños dentro de los bolsillos del chaquetón. 

-Eso ha sido imprudente Kate -dice Edward acercándose a mí con supervelocidad.

- Bueno, al menos ahora sabemos que puede parar cosas que van hacia ella.

- Sí, si no me matan mientras vienen de camino -digo yo exagerando la pronunciación de las palabras-. De todas formas no te emociones tanto, ha sido más como un acto reflejo, ni siquiera era consciente de ello.

Después del incidente del libro-ladrillo nos despedimos de todos. Edward no se alejó de mí y mantuvo bien vigilada a Kate. Nos volvimos a montar en el coche. Me recosté un poco en el asiento deseando poder pasar las siguientes cuatro horas  de vuelta durmiendo y no aguantando los silencios incómodos o tratando de conseguir la conexión suficiente en el móvil como para poder escuchar música. 

-Creo que ha ido bien- dijo Carlisle, pero yo ya me estaba quedando dormida.

Me despierto cuando siento un balanceo en todo mi cuerpo, no es el coche porque no oigo el motor. Comienzo a abrir los ojos y veo la cara de Edward, sin duda es muy guapo, pero parece que no le caigo especialmente bien.

-Edward, puedes bajarme, ya estoy despierta -advierto con calma. 

-Oh, sí, lo siento. No sabía que estabas despierta.

-Tranquilo -le digo a la misma vez que me deja en el suelo con delicadeza y aparece Emmet.

-¿Cómo ha ido el viaje? -dice Emmett moviendo las cejas.

-Perfecto, casi me matan - digo en tono irónico e ignorando su comentario.

-¿Qué ha pasado? ¿No les has gustado?

-No, Emmett, no es eso, ha sido una broma estúpida de Kate. 

-Típico de Kate -concluye Emmet rodando los ojos.

- Bueno, chicos me voy a dormir -digo frotándome los ojos-. Ha sido un día largo, cuanto menos. 

-Que duermas bien -dice Edward. Yo le susurro unas gracias en respuesta.

Subo las escaleras, me pongo el pijama, me lavo los dientes y la cara. Cuando salgo me encuentro a Rosalie sentada en mi cama.

-La cena esta lista. Esme me ha dicho que tienes que cenar antes de dormir no quiere que te levantes por la noche otra vez porque tengas hambre, dice que eso no es sano.

- Uff, parece que no tengo otra opción, ¿no?- digo enrollando un mecho de mi pelo.

- No mucha- dice frunciendo la nariz y saliendo por la puerta.

-¡Lo siento por eso! -exclamo, disculpándome tras darme cuenta de que por primera vez ella ha llegado a olerme demasiado. 

Después salgo yo y bajo las escaleras descalza. De camino a la cocina me encuentro a Edward.

LUNA DE SANGRE [CREPUSCULO...]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora