La alarma del móvil suena casi de forma atronadora en mi mesilla. Levanto la cabeza de mi almohada y la apago antes de suspirar y arrastrar mi culo fuera de la cama. Me doy una ducha rápida, me cepillo el pelo, me aplico máscara de pestañas y colorete en las mejillas. Esme llama desde el otro lado de la puerta para asegurarse de que estoy despierta, respondo que sí. Después me visto con algo no demasiado rebuscado: unos vaqueros que se ajustan perfectamente a mis piernas largas, un chaleco color crema de cuello vuelto, para los pies unos botines negros y, por último, una chaqueta negra de cuero y cremalleras plateadas.
Alice se queda muy conforme al verme con la ropa que he elegido. Después, me siento en la silla de estudio y desayuno lo que me ha dejado Esme, que se ha molestado en traerme el desayuno a la habitación. Aunque tendré que pedirle que no lo haga más, no hay necesidad de que lo suba todos los días.
- Espera, tengo algo para ti -dice Alice ofreciéndome una bolsa de regalo.
-Gracias, pero no hacía falta -aseguro mientras la tomo de entre sus manos.
La cojo y la abro, dentro encuentro unas gafas Ray-Ban negras.
- Edward tiene unas igual y he pensado que quedaría bien si los dos tuvieseis unas iguales -explica.
-No entiendo -digo mirando las gafas.
- Ha sido idea de Edward, por si algún día ocurre un milagro y el sol decide aparecer. Serás el nuevo cachorrillo del instituto y todos los chicos se te echarán encima.
Frunzo el ceño hacia las gafas, antes de guardarlas en su funda y echarlas en mi mochila negra.
-Vale, seguir la corriente. Mantener mi tapadera. Lo tengo- digo aun sin entenderlo muy bien.
Alice chasquea la lengua mientras bajamos las escaleras y encontramos a todos en el salón.
Emmett silba cuando entro. Observo a Edward, que parece no llevar ni un solo libro, y le dedico una leve sonrisa.
- Ophelia, aquí tienes dinero para la comida, no son demasiado caras. Estarán esperando por ti en la consejería -asiento a la misma vez que cojo el dinero de su mano y lo guardo en el monedero-. Edward te llevará en coche a clase...
-Eso no hace falta -la detengo, antes de mirar por el rabillo del ojo hacia donde está Edward-. Iré en mi moto. Así los dos podremos... tener más independencia. No quiero tener que depender de nadie para ir y volver de clase.
Edward se encoge de hombros mientras vuelve a sentarse, y Esme asiente en entendimiento.
Llego al instituto, un edificio de apenas dos plantas con ladrillos marrones. Se encuentra rodeado por bosques y algo alejado del pueblo, tal vez cinco minutos hasta el centro del pueblo. El aparcamiento está enfrente de las escaleras de entrada, parece que todo el mundo debe usar algún transporte para llegar pues no se ve a nadie andando, porque no hay ninguna acera y porque la entrada principal está en el aparcamiento justo entre los coches. Veo muchos coches antiguos, nada como en lo que vamos nosotros. Sin embargo, todos los que han llegado esperaba a que suene la campana mientras que yo tengo que ir primero a consejería para conseguir un horario y Dios sabe qué más.
Noto la gran mayoría de chicos y chicas fijan su mirada en mí nada más escuchar el rugido del motor al cruzar la entrada del aparcamiento. Dejo la moto en su aparcamiento especial y sustituyo el casco por la mochila. Me encantaría decirles algo para que dejaran de mirarme pero... no es muy normal llegar a mitad del semestre. Camino hacia el interior, una red de pasillos de suelo blanco y paredes llenas de taquillas celestes se presenta ante mis narices. Apenas hay gente aquí, y los que hay, también se giran cuando paso por su lado.
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LUNA DE SANGRE [CREPUSCULO...]
FanfictionOphelia Mathews es una mestiza de 18 años, sus padres vampiros acaban de ser asesinados. Ahora está sola en el mundo. Pero una carta que le dejaron sus padres hace que Ophelia tenga que cruzar el "gran charco" para buscar a la persona que debe ayud...