13

1K 71 35
                                    

-Como trabajo de fin del semestre vais a llevar a cabo este gran proyecto -comienza a explicar el señor Banner en la clase de Biología II-. Cada pareja debe construir un pequeño invernadero que sea útil, es decir, debéis demostrar que funciona. Necesitaréis hacer que sea como un invernadero de verdad pero en tamaño mini. 

-¿Podemos hacer las parejas nosotros? -pregunta Eric, levantando la mano en el aire con mucho entusiasmo.

-No. Cuando estéis trabajando en el mundo laboral real os daréis cuenta de que las cosas no funcionan así. Tenéis que aprender a trabajar con todo el mundo, incluso aunque no sean vuestros amigos -dice mientras toma una caja de cartón con un estampado de plantas tropicales de encima de su mesa-. Voy a sacar los nombres al azar de esta caja y así formaré las parejas.

El profesor saca los nombre y va formando parejas aleatorias. Como siempre ocurre en estos casos hay gente que se alegra de con quién les ha tocado y gente que no se corta a la hora de demostrar su disconformidad.

-Ophelia Mathews con... Mike Newton -anuncia el profesor. 

Y es como si me acabasen de dar una patada en el estómago. Segundos más tarde Edward es emparejado con otro chico que no conozco de nada y que se sienta en la primera fila en una esquina.

-Ahora podéis sentaros junto a vuestra pareja y comenzar a planear el proyecto...

Edward apoya su mano en mi hombro y me indica con la mirada que me quede sentada en mi sitio. Él es quien se levanta y se va hacia el lugar donde está su compañero de proyecto.

-Parece que nos ha tocado juntos -comenta Mike con una sonrisa mientras se deja caer sobre la silla de Edward-. ¿Qué tal la semana?

-Bien -respondo secamente-. ¿Podemos ponernos con el proyecto? -pregunto cruzando los brazos sobre mi pecho-. Según el profesor, cuenta mucho para la nota final.

-Por supuesto, O -responde él apretando mi muslo con una mano. Aparto mi pierna suavemente de su mano.

-Me gusta que me llamen por mi nombre -digo tratando de dejarlo claro como el agua.

-Ya veremos, Mathews -bromea guiñándome un ojo-. Esto va a ser muy fácil. Quedaremos en mi casa y construiremos el invernadero en el garaje. Tengo todo el garaje lleno de materiales que necesitaremos porque mi padre es dueño de una tienda en Forks, ¿sabes? He trabajado allí durante todo el verano. 

-¿Cuándo quieres que vaya a tu garaje? -pregunto molesta. No me apetece nada ir a su casa, ni a su garaje.

-Dirás a mi casa -apunta entre risas-. Primero tenemos que escribir el trabajo y después pasaremos a la acción -explica guiñándome un ojo.

-Podemos hacer el trabajo por separado -propongo-. Cada uno hará una parte y... si tenemos algún problema podremos solucionarlo en el instituto. 

-De ninguna manera -se niega en rotundo-. Este trabajo cuenta un montón, si suspendo alguna mis padres me castigarán. 

-¿Desde cuándo te preocupan las notas? -pregunto desafiante.

-Desde que a ti te preocupan tanto -responde seriamente-. Eres una buena influencia. 

Esto es la cosa más exasperante que he tenido que hacer en mi vida. Trabajar con Mike es como trabajar en un lugar rodeado por cubas radioactivas, tienes que ir con mil ojos. Me entrega la dirección de su casa escrita en un papel y también su número de móvil, aunque no pienso llamarlo nunca.

Jessica se acerca a mí durante el almuerzo, mientras estoy en la cola esperando a pedir mi comida. 

- Si tan solo se te pasa por la cabeza la idea de acostarte con Mike... Olvídate de quedar con nosotros más -me amenaza ella, intentando imponerse a mi altura pero sin conseguirlo.

LUNA DE SANGRE [CREPUSCULO...]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora