La campana suena unos segundos después de que tome asiento en clase de Biología y el señor Banner aparece en la clase, disculpándose por no estar a tiempo.
Algo en mi visión hace que mire por la ventana, pero solo es un pájaro posado en la rama de un árbol. Lo hago en repetidas ocasiones durante la clase, y Mike me dirige una mirada extraña. Le dedico una sonrisa tranquilizadora.
Un dolor en mi cabeza palpita fuertemente y, en principio, culpo al sol por ello y por haber vivido gran parte de mi vida en la penumbra. Sin embargo, no se va, sino que se extiende. El fuerte dolor hace que me empuje hacia atrás, alejando mi silla del pupitre. Miro hacia el profesor, quien ha dejado de hablar.
-¿Le ocurre algo, señorita Mathews? -pregunta el señor Banner mientras se acerca a mi mesa.
Bajo la mirada hacia mi mesa cuando una gota de sangre carmín del rojo más brillante que jamás haya visto impacta en toda su perfección contra la mesa negra. El profesor termina de acercarse a mí, pero yo me levanto.
Antes de que el pueda alcanzarme y preguntar o tratar de sacarme de allí camino por el pasillo hacia la salida. La vista me falla y el dolor de la cabeza es casi capaz de desorientarme por completo, cuando alcanzo la puerta de la clase apenas puedo mantenerme en pie.
Cada musculo deja de funcionar. Mi visión se vuelve negra y pierdo casi por completo la audición. Mientras caigo al suelo intento alzar mi mano en un intento vano por alcanzar algo a lo que aferrarme. Cuando mi cuerpo choca contra las frías losetas sé que mi cuerpo ya no me pertenece porque no responde a las órdenes de mi cerebro. Sé que estoy en un lugar muy lejano.
Los murmullos, llantos, gritos... eso es lo único que percibo con mayor claridad. Una voz me llama en un tono constante. Creo que es el señor Banner.
Parpadeo, recuperando del todo la conciencia y con un montón de miradas curiosas o asustadas fijas en mí, la chica que yace en el suelo de uno de los pasillos del instituto.
Los paramédicos llegan al pasillo, a pesar de mi insistencia en que no lo hagan. Comprueba mis constantes vitales mientras el director se encarga de despejar el pasillo y hacer que todos vuelvan a sus clases. Intentan llevarme con ellos al hospital pero reciben una llamada, supongo y espero que sea la de Carlisle, que los disuade y me dejan ir.
-Tu examen de Química IV será aplazado si así lo deseas -me asegura el director.
Niego con la cabeza.
-Llevo estudiando todo el fin de semana para este examen -explico.
Jessica y Mike llegan corriendo hasta mí y me envuelven en un abrazo demasiado efusivo. Dramatizando la situación hasta el máximo posible.
-Creíamos que te morías -dice Jessica mientras Angela y Eric se unen a nosotros.
-Estabas tan pálida -asegura Mike.
Me encojo de hombros mientras le quito importancia al asunto, aunque por dentro me muero de miedo. La incertidumbre ha inundado toda esta situación pues nunca antes ha ocurrido algo como esto. Yo no me enfermo, yo no sufro, yo no me desmayo como cualquier débil ser humano.
El profesor de literatura, a sabiendas de lo acontecido hoy, nos pone una película de la que tendremos que escribir una redacción reflexiva sobre los personajes. Aunque para la hora de la clase de Gobierno, ya todo ha vuelto a la completa y absoluta normalidad.
Entrar sola al comedor es aterrador pero... pronto, Jessica me llama desde su mesa y me invita a sentarme con sus amigos. Cada vez que los Cullen están legos de mí ella trata de ganarse un lugar a mi lado, aunque no entiendo qué le fascina tanto de mí, porque no parece que tengamos nada en común, a parte de... No, ni siquiera cantar en el karaoke. Me siento junto a ella con mi bandeja llena con un sandwich vegetal y una botella de zumo de naranja.
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LUNA DE SANGRE [CREPUSCULO...]
FanfictionOphelia Mathews es una mestiza de 18 años, sus padres vampiros acaban de ser asesinados. Ahora está sola en el mundo. Pero una carta que le dejaron sus padres hace que Ophelia tenga que cruzar el "gran charco" para buscar a la persona que debe ayud...