No estés solo en esta lluvia,
No te entregues por favor,
Si debes ser fuerte en estos tiempos,
Para resistir la decepción,
Y quedar abierta en mente y alma
Yo estoy con vos.Even POV
Lunes, comienzo de semana. Me encontraba en la escuela cuando de repente nos avisaron que la profesora de historia no asistiría ese día debido a que se encontraba enferma. Bufé, me quedé despierto hasta tarde en la noche estudiando para ese examen y ahora la profesora faltaría. Bueno, al menos podría ir a mi casa y dormir un rato aprovechando que era temprano y mis padres no llegaban hasta más tarde.
-¡Even!- gritó Mikael- ¿quieres que vayamos a casa a pasar el rato aprovechando que no viene la de historia?
-Te lo agradezco Mikael pero quiero irme a casa a dormir. Ayer me quedé hasta tarde estudiando para el examen y estoy muy cansado.
-¡Vamos hombre! Puedes dormir otro día.
-En serio. Te prometo que esta semana me instalo en tu casa pero hoy sólo quiero descansar.
Mikael no insistió más pero me prometió que iba a tener que pagar las cervezas la próxima vez. Nos despedimos en la puerta de la escuela y cada uno tomó un camino distinto, pues su casa se encontraba en dirección opuesta a la mía.
Empecé a andar hacia la parada del autobús pues no tenía ganas de caminar ese día hasta mi casa. En cuanto llegó me subí y me senté junto al lado de la ventanilla mirando el paisaje los diez minutos que duraba aquel viaje. No dejé de sentir en ningún momento como si algo malo fuera a pasar ese día, pero di por sentado que eran tonterías mías y no le hice caso.
Ojalá hubiera prestado más atención a ese presentimiento.
En cuanto llegué coloqué la llave en la cerradura de la puerta pero me sorprendió que se encontrara abierta.
Qué raro pensé. Tal vez alguno de mis padres llegó ese día temprano y por eso la puerta estaba abierta. No era algo que pasaba seguido pero sucedía de vez en cuando.
Entré y coloqué la campera en el perchero de la entrada junto con mi mochila. Me dirigí a la cocina a tomar un vaso de agua. Me encontraba en eso cuando escuché un sonido proveniente del interior. Decir sonido era querer disfrazarlo, aquello claramente fue un gemido.
Me sonrojé al instante pensando que mis padres habían llegado temprano y que estaban en su habitación teniendo relaciones. Y mierda, para llegar a mi habitación tenía que atravesar la suya. Pensé en un momento que tal vez sería mejor dormir en el sofá de la sala hasta que recordé lo incómodo que era debido a que apenas entraba en él.
Rogando a todos los dioses que tuvieran la puerta cerrada me apresuré a atravesar el pasillo para llegar a mi habitación que se encontraba al fondo. Pero la suerte no estaba de mi lado aquel día pues la puerta estaba abierta. Y eso no hubiera sido nada malo, si la escena que se estaba llevando a cabo en su interior fuera otra.
Sí, la puerta estaba abierta.
Sí, habían dos personas teniendo sexo en ella.
Sí, aquel era mi padre...pero la otra persona definitivamente no era mi madre.
Abrí los ojos como platos al ver eso. Era mi padre con otra mujer teniendo sexo no sólo en la casa donde vivía su familia, sino en la cama que compartía con su esposa todas las noches.
Se me hizo un nudo en la garganta que no me permitía emitir ningún sonido, por más que tuviera la mandíbula llegándome al suelo si es que era posible. Las lágrimas amenazaban con caer pero me las arreglé como pude para mantenerlas en su sitio. El pecho me dolía desesperadamente, pues había algo que se había roto para siempre.
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Efímero
Romance¿Estarías dispuesto a apostar con tus amigos para seducir a una persona?¿Usarías a alguien para satisfacer tus deseos? Porque una vez logrado el cometido todo se termina...o no?