24. Mystery of love

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Oh, oh woe-oh-woah is me
The first time that you touched me
Oh, will wonders ever cease?
Blessed be the mystery of love

Even POV

¿Alguna vez sintieron un dolor tan grande que el pecho podría estar rasgándose? Porque era exactamente lo que sentía en ese momento.

Dejar aquella habitación fue definitivamente de las cosas más dolorosas que hice en mi vida. Sabía que una vez que saliera por aquella puerta, no había vuelta atrás. No quise voltearme y mirar a Isak una última vez porque sabría que aquello terminaría de matarme por completo.

Una vez afuera me apoyé en la puerta mientras tomaba una profunda respiración y limpiaba las lágrimas que había derramado. Traté de componer mi cara para aparentar algo de normalidad, aunque por dentro me desmoronaba a cada paso que daba.

Una vez afuera del edificio me volteé para mirarlo, preguntándome si Isak seguiría adentro. El corazón se me encogió ante la visión de un solitario Isak en el salón vacío y estuve más que tentado a volver por él. Por nosotros.

Con toda mi fuerza de voluntad emprendí mi camino a casa tratando de contener las lágrimas que insistían en caer por mi cara. Aparentemente tuve éxito porque cuando llegué a casa no había derramado una sola, aunque nunca es bueno cantar victoria antes de tiempo.

Abría la puerta de casa y dejé mi abrigo en la entrada. Pasé por la cocina a saludar a mamá que había tomado el día libre en el restaurante. Ella me miró con preocupación, las madres siempre tienen un sexto sentido para detectar que sus hijos no está bien y ella no era la excepción. Terminé diciéndole que había sido un día pesado y que las cosas no habían salido como lo había pensado. No era una total mentira, pero tampoco era la verdad. Por supuesto que no me creyó del todo, pero no insistió más, sabía que no iba a decir una palabra más por el momento.

Pasé a mi cuarto donde cerré la puerta y me desplomé sobre la cama. Me quedé con la cara enterrada en la almohada un momento pensando, ¿hice bien? ¿Hice bien en sacar a Isak de mi vida, para siempre esta vez? Una voz me decía que era lo que debía hacer, ¿pero el deber se siente tan mal? ¿Hacer lo que se supone no debería traerme algo de tranquilidad en vez de un malestar que no me dejaba respirar? Porque sentía que había cometido un terrible error.

Me levanté de la cama y me dirigí a mi armario, donde tenía una caja donde guardaba cosas preciadas. La saqué y abrí su tapa mientras me sentaba en el suelo y revisaba su contenido.

Encontré una gran variedad de recuerdos preciados. Tenía mis diplomas de la escuela primaria, algunas viejas fotos de mí mismo en actos escolares, mis primeros cuadernos con bocetos. Había también algunas cartas que había recibido de algunas chicas en mi casillero para San Valentín. Sonreí un poco ante eso al recordar aquellos momentos.

A pesar de todos esos recuerdos, sabía perfectamente que no había abierto la caja por simple nostalgia. Estaba buscando algo específico. Seguí revisando el contenido hasta llegar a lo que estaba buscando.

Era una foto, pero no cualquier foto. Era una foto de Isak y yo. Aún recordaba aquel momento. Nos habíamos reunido en su casa y habíamos decidido sólo relajarnos y ver una película en su computadora portátil en su habitación. Ese día había tenido entrenamiento con el equipo de natación y estaba cansado, por lo que a los diez minutos de comenzada la película me había dormido y él decidió inmortalizar aquello en una foto.

En la foto me veía acurrucado contra su pecho, mientras él tenía una mano en mi pelo, pero en vez de mirar hacia la cámara, me estaba mirando a mí. Era una mirada tan cargada de sentimientos que en el momento en que me la envió, supe que debía tenerla impresa conmigo.

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