Septiembre 2018
Even POV
-Entonces, ¿cómo va todo en Estocolmo?
-Ya sabes, todo es muy nuevo aún. Estoy un poco nerviosa ya que es una ciudad nueva y todo eso, pero espero pasarla bien. ¿Cómo van tus cosas?
Me encogí de hombros ante aquella pregunta. Estaba hablando por Skype con Iben, quien había decidido irse a estudiar a Suecia, pues según sus propias palabras "ya estaba cansada de Oslo y necesitaba aire nuevo". Fue duro verla partir, pero me llena de felicidad saber que está persiguiendo sus sueños de cualquier forma que sea.
-Todo sigue igual. Nada cambió- contesté lo más ambiguo posible, sin querer explayarme demasiado.
Y es que era verdad. En estos dos meses que trascurrieron desde que terminamos la escuela fueron de lo más monótono en mi vida. Al principio estuve encerrado en mi casa, compitiendo en existencia con las plantas del jardín. Sólo comía, hacía maratones de Netflix, salía al jardín a tomar algo de sol para no parecer alguna especie de vampiro y leía algún libro de vez en cuando.
Mikael tuvo que obligarme a que saliéramos un par de veces, alegando que no podía pasarme toda la vida encerrado huyendo de mis problemas. Y es que era verdad, aunque quisiera negármelo, lo hacía para justamente no toparme con la única persona que todavía tenía el poder de romperme con una palabra.
Luego de mucha insistencia llegó a la lógica conclusión de que Oslo era lo suficientemente grande como para no cruzarnos cada vez que salía. Además de que cabía la posibilidad de que hubiera ido de vacaciones a algún lugar fuera de la ciudad.
-¡Vamos Even! En apenas unos días comienzas la universidad. Ponle un poco de emoción a tu vida.
-¡Lo intento! De veras que lo intento, pero ya sabes que a veces no es tan fácil como parece.
La expresión de Iben se volvió más serena y tomó un respiro antes de volver a hablar.
-¿No lo has vuelto a ver? Tampoco has hablado con él ¿verdad?
Negué con la cabeza. Habían sido dos meses tortuosos donde no tuve noticias de él, pero me dije a mí mismo que lo necesitaba. Que era necesario para sanar. Ignoré sus llamadas y guardé todos sus mensajes sin leerlos, pues no podía seguir volviendo al pasado si necesitaba avanzar.
Y fue duro, realmente duro, pasar de ver todos los días a alguien que te hace feliz a dejar de verlo repentinamente de un día para el otro. Es como cuando decides dejar de fumar de repente y al día siguiente tus ganas de fumar se han multiplicado. Lo mismo me pasaba con Isak. El no poder verlo ni hablar con él me hacían anhelarlo con más intensidad. A veces incluso pensaba en dejar todo y correr a su lado y volver a nuestra burbuja de felicidad. Mentirme a mí mismo diciéndome que todo estaba bien cuando no era así.
Pero por más que me carcomieran las ganas de verlo, la parte racional de mi me decía que no lo hiciera hasta estar preparado para poder volver a mirarlo a los ojos y no sentir ese dolor palpitante en todo mi cuerpo que me hacía querer doblegarme. Cuando por fin fuera capaz de mirarlo y no sentir que todo fue una mentira.
-Todavía me siento mal por no haber podido estar ahí contigo cuando pasó todo esto.
-Hey no te castigues más. No es tu culpa que tuvieras que viajar a Suecia esa semana para llevar esos papeles que necesitaba la universidad.
-Lo sé, pero aun así me siento culpable. No estuve cuando más necesitaste de compañía.
-Lo que pasó, pasó y no lo podemos cambiar. Pero si te sirve de consuelo, cuando volviste aprecié mucho tu apoyo. Créeme que sin ti ni Mikael me hubiera sido mucho más difícil seguir adelante.
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Efímero
Romance¿Estarías dispuesto a apostar con tus amigos para seducir a una persona?¿Usarías a alguien para satisfacer tus deseos? Porque una vez logrado el cometido todo se termina...o no?