Efímero

21. It feels like there's oceans between me and you

I want you
Yeah I want you
And nothing comes close
To the way that I need you
I wish I can feel your skin
And I want you
From somewhere within

It feels like there's oceans
Between me and you once again
We hide our emotions
Under the surface and trying' to pretend
But it feels like there's oceans
Between you and me

Isak POV

El sonido de la alarma de mi teléfono comenzó a sonar e inundó con la estruendosa canción mi habitación. De mala gana me estiré hasta la mesa de noche y con los ojos aún cerrados la apagué y dejé el aparato sobre mi cama esta vez.

Poco a poco abrí los ojos y la tenue luz que entraba por mi ventana me dio de lleno en la cara. Me quedé un momento mirando el techo de mi habitación. Hoy era el primer día de clases. El famoso "último primer día" pues obviamente era mi último año de la secundaria.

Quizás en otro universo estaría emocionado por esto, o quizás sólo querría acurrucarme entre las sábanas y seguir durmiendo.

Pero en este universo sólo me sentía...vacío.

Cualquier emoción, positiva o negativa con respecto a eso, no estaba. Es como si el verdadero Isak se hubiera ido y sólo quedara una cáscara sin nada en su interior. Una fachada sin nada para mostrar detrás.

Con un suspiro me levanté de la cama y me dirigí al baño. Estaba lavando mi cara con agua y luego busqué una toalla para secarme. Cuando terminé pude ver mi cara en el espejo y lo único que pude notar era mi total falta de emoción.

Una vez cambiado bajé las escaleras hacia la cocina donde se encontraba mi papá con el desayuno preparado. Desde que habíamos vuelto a hablarnos y comunicarnos más, siempre me esperaba para desayunar juntos y luego cada uno emprendía su camino: él al trabajo y yo a la escuela.

-Ah ahí estás, ya estaba por subir a buscarte, no querrás llegar tarde a tu primer día de clases- dijo mi papá mientras se sentaba en la mesa con su taza de café.

Sólo asentí mientras yo también tomaba asiento y revolvía mi café con la mirada en la nada. No sé cuánto tiempo llevaba haciendo eso, sólo sé que la voz de mi papá me devolvió a la realidad.

-¿Te sientes bien?- preguntó cauteloso

-Sí, supongo que sí- dije mientras me encogía de hombros. Lo que no era del todo mentira, físicamente estaba bien. Emocionalmente...ese era otro tema.

Parecía que Terje iba a agregar algo más, pero al final se contuvo y continuamos con nuestro silencioso desayuno. Había sido así desde el verano y no habíamos hablado mucho al respecto.

Papá me preguntó qué me pasaba durante los primeros días luego de terminar la escuela, cuando mi aspecto se asemejaba al de un zombie. Con pocas palabras, las justas y necesarias, le expliqué que había tenido una pelea con Even y que no se asombrara si ya no venía a casa, después de todo, él era una presencia constante aquí y solían conversar bastante entre ellos. Papá me abrazó fuertemente y me dijo que cualquiera fuera la razón por la que estuviéramos separados, esperaba que pudiéramos resolverlo.

Si sólo supieras papá...

Terminó su café y lavó la taza. Luego se puso su saco que tenía sobre la silla y tomó su bolso con las cosas del trabajo. Me deseó un buen comienzo de clases y salió, sin embargo, antes de abandonar la cocina se dio vuelta y me dijo

-Aún estoy aquí para cuando necesites hablar con alguien. Te quiero hijo.

Por una vez pude devolver una sonrisa. Tal vez no la más brillante, tal vez no la mejor, pero al fin y al cabo era una sonrisa.