Efímero

9. Stand by me

Stand by me, nobody knows the way it's gonna be

Even POV

Definitivamente ese había sido uno de los días más importantes de mi vida. Había hablado con mis padres y habíamos quedado en buenos términos. Había entendido qué ocurrió realmente entre ellos y le di una segunda oportunidad a mi papá, aunque la relación tardaría un poco en restablecerse estaba decidido a hacer las pases con él. Se había equivocado, no era perfecto como él dijo, pero al menos aceptó sus errores y buscaba remendarlos.

Y en cuanto a Isak...simplemente estaba desconcertado. Luego del partido donde habían empatado y por ende seguían en el campeonato escolar, había decidido irse conmigo en lugar de ir a festejar con sus amigos y eso me tomó por sorpresa. Pero algo en mi pecho se encendió al saberlo, no iba a negarlo.

Sin embargo, estaba asustado. En este último tiempo había vivido una mezcla de sentimientos que me tenían confundido. Siempre me caractericé por ser alguien más bien sentimental y nunca negaba mis emociones, por lo general era bastante expresivo en cuanto a ellas.

Es por eso que ciertas reacciones con respecto a Isak me tenían pensando más de lo normal. Esa semana que pasé en su casa nos acercamos mucho, más de lo que lo hubiéramos hecho en cualquier otra ocasión. Nos entendíamos con una mirada, nos regalábamos sonrisas, nos tocábamos (no, no lo malinterpreten), jugábamos, nos hacíamos cosquillas y hasta nos abrazábamos. Era obvio que estábamos flirteando.

Y eso es lo que me estaba rompiendo la cabeza. Cómo había logrado llegar a ese nivel de confianza con alguien que hasta hace un mes era prácticamente un desconocido. Lo extrañaba cuando se iba a la escuela (pues esa semana yo no había asistido) y mi corazón latía apresuradamente cuando me percataba de que la puerta de la entrada se abría anunciando su llegada. Me pasaba las horas pensando y pensando en el tema hasta que dejé de darle vueltas al asunto. Él me gustaba. Así de simple.

Pero no estaba seguro de que él sintiera lo mismo. Aún recordaba su actitud las primeras semanas que "nos conocimos". Era más descarado, seguro y prepotente conmigo, pero alguien más bien solitario y lo veía muy reservado en la escuela, lo que contrastaba con esa imagen que me mostraba inicialmente. Es por eso que me sorprendió encontrarme con una persona atenta, comprensiva, servicial y detallista. Ése era el verdadero Isak, y no aquel que fingía que nada le importaba.

Por eso luego del partido decidí llevarlo a ese parque al que iba de pequeño, el cual era prácticamente inhabitado, especialmente en invierno. Nunca había llevado a nadie ahí. Iben y Mikael sólo lo conocían porque yo les había hablado de él pero nada más. Isak era el primero al que llevaba personalmente a conocerlo. Y todo estaba yendo de maravilla, nos estábamos divirtiendo y pasándola bien, hasta que me preguntó sobre esa chica que me había abordado a la salida del juego.

No sabía a qué venía la pregunta y por un momento titubeé contestarle. Pero la verdad es que soy un pésimo mentiroso y no se me daba bien el ocultar las cosas obvias. Por eso cuando me preguntó quién era la persona que me gustaba tardé en contestar. ¿Qué iba a decirle? Podía mentirle y decirle que me gustaba cualquier otro, alguien que él no conociera y así zanjar el asunto. O también podría decirle la verdad, que él era esa persona, y arriesgarme a dos opciones:

Opción 1: él sentía lo mismo que yo y todo saldría genial.

Opción 2: que él no sintiera lo mismo, arriesgándome a quedar como un idiota y que la amistad (¿amistad?) que teníamos no volviera a ser igual.

A la mierda dije, el que no arriesga no gana. Así que haciendo acopio de todo mi valor le confesé que él me gustaba.

Por un momento observé cómo se quedaba estático, como sopesando lo que acababa de decirle, para luego ver sus ojos brillar y su sonrisa ocupar toda su cara. La adoraba, en poco tiempo había descubierto que era una sonrisa que no mostraba nunca, la guardaba para ciertos momento. Como ese por ejemplo.