14. Y dale alegría a mi corazón

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NOTA: Creo que debí aclarar en el capítulo anterior que había contenido sexual, pero creo que ya lo notaron xD pero por las dudas aclaro que en este también ^^



Y dale alegría, alegría a mi corazón
Es lo único que te pido al menos hoy
Y dale alegría, alegría a mi corazón
Afuera se irán la pena y el dolor  

Even POV

Sentí la luz de la mañana colándose por la ventana, pues un rayo de sol me daba de lleno en los ojos, que aunque cerrados, igualmente sentía. Traté de cubrirme con el brazo pero fue en vano, aquello terminó por despertarme por completo.

Abrí despacio los ojos, dándome cuenta que aquella definitivamente no era mi habitación, pero que igualmente se me hacía familiar. Intenté incorporarme pero algo me lo impidió. O mejor dicho alguien.

Incliné mi cabeza y lo primero que vi fue la cabellera rubia de Isak que descansaba sobre mi pecho. Tenía uno de sus brazos rodeando mi cintura y una de sus piernas estaba entre medio de las mías, mientras que mi brazo izquierdo se situaba en su cintura. Despacio, levanté mi mano y comencé a dibujar figuras abstractas en su espalda. Inmediatamente reaccionó a mi tacto apretándose más contra mí.

Y de repente llegaron a mi mente todos los recuerdos de lo que había sucedido anoche, y una sonrisa se me instaló en la cara. Como si fuera una película, recordé los nervios previos al llegar a su casa, y su posterior reacción a mi llegada. Casi se le cayó la mandíbula cuando me vio parado en el umbral de la puerta. A pesar de mi aparente tranquilidad, por dentro estaba temblando.

Ninguno de los dos se atrevía a dar el primer paso, por eso cuando me ofreció algo de tomar, no lo dudé, y supe que en cuanto volviera mis nervios se habrían apaciguado y al fin hablaríamos. Sonreí ante la ironía de eso, cada vez que teníamos planeado hablar sobre algo, terminábamos en una situación comprometedora.

Su tranquilidad en ese momento contrastaba con la faceta que había mostrado ayer, totalmente perdido en el placer cuando se retorcía, se apretaba contra mí y me suplicaba que me moviera más rápido. Pero era justamente aquella dualidad, cómo podía pasar de un momento de éxtasis a otro de suma serenidad lo que me tenía cautivado.

Sentí cómo comenzaba a moverse y desperezarse para luego abrir los ojos. Parecía un poco aturdido hasta que fijó su vista en mi y me dedicó una sonrisa tan radiante como el sol que se hallaba afuera.

-Buenos días- dijo

-Buenos días, ¿dormiste bien?- dije igual de sonriente que él

-No había dormido así de bien en mucho tiempo- dijo al momento que se volvía a acurrucar contra mí

-Hey perezoso, ¿planeas que nos quedemos aquí todo el día?

-No es una mala idea- pero al decir eso su estómago rugió. Me reí ante eso.

-Pues parece que tu estómago piensa lo contrario- y en ese momento recordé que ayer no habíamos comido nada, pues habíamos estado bastante...ocupados.

Se rió y luego procedió a levantarse. Pero en cuanto estaba por salir de la cama se detuvo.

-¿Pasa algo?

-Este...estoy desnudo- dijo eludiendo mi mirada

-¿Y qué con eso? No es como si ayer te hubiera importado mucho- dije para molestarlo un poco

-Ay cállate- dijo sonrojándose. Se veía muy tierno cada vez que rostro se tornaba rojo. Y ahora que lo recordaba, todo su pálido cuerpo se ponía de ese color cuando se excitaba. Alejé esos pensamientos de mi cabeza o quien iba a terminar excitado iba a ser yo.

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