Tocan el timbre del departamento y yo voy corriendo a abrir, esperando ver a alguna de mis amigas, ya eran las 7 de la tarde, esperaba que fuera Fernanda, pero en vez de eso me topo con la cara de Francisco, enseguida me doy cuenta de que él sabe que ella está aquí y que sabe que yo lo sé todo.
-Hola ¿Puedo pasar?- Me había imaginado hasta cerrándole la puerta en la cara, pero una parte de mí quería saber la verdad. Me corro hacia un lado y estiro el brazo indicándole que tiene el camino libre. Entra y se queda mirando el sillón un momento- Creo que lo sabes- Me observa tratando tal vez de averiguar lo que sé.
-Sé que estás casado... lo sé- Le duele escucharlo, mira nuevamente el sillón y luego a mí.
-La noche en que nos dimos el beso...- Se queda callado y yo no aguanto más
-¡Habla! ¡Y ahora dilo todo!- Le digo indignada- Deja de darte vueltas y habla.
-Nos dimos el beso y yo te dije que estaba casado, no me dejaste decir nada más y me echaste. Sí, estoy casado hace unos 7 meses, me vine aquí porque me ofrecieron este trabajo increíble, ella vendría después, cuando viéramos que estaba estable y que me estaba yendo bien, pero estando aquí me di cuenta que no quería que ella viniera... estamos juntos hace tanto tiempo, que no me di cuenta que ya era una costumbre, pero al pasar un tiempo aquí, solo, me di cuenta que no quiero estar con ella, que somos más bien un par de amigos, que no me causa nada y cuando tú y yo bailamos...- Mira al suelo unos segundos y luego me mira a los ojos, después de toda la explicación desviando la mirada por fin me mira- Esa es la sensación que quiero sentir, esa atracción... te deseo y a la vez me gusta hablar contigo y ver películas...
-¿Por qué no dijiste nada?
-Estuve a punto de decírtelo varias veces, siempre lo pensé y no por miedo que Débora se enterara- El nombre de ella me provoca una sensación incómoda- Tenia miedo de que te enojaras, de que echaras. Lo que iba a decirte antes de que me echaras era que voy a separarme, que vino para que hablemos del divorcio.
-Ella no parece creer que se van a separar- Le digo recordando lo de la mañana "Es que mi marido es de aquí y me ha hablado de esa"
-Todavía cree que las cosas se van a solucionar, vino a mi oficina... Nosotros nos íbamos a separar antes de que te conociera, yo no podía seguir estando con ella.
-Me mentiste- Lo digo tratando de mostrar el mayor odio posible en mi voz- ¿Cómo quieres que confíe en ti?- "O en cualquier otro hombre" Prosigue mi voz interna.
-De verdad si no te dije es porque tenía miedo
-¿Qué esperabas? ¿Ibas a terminar tu trámite y ya el lunes seguir como si nada? ¿Creíste que nunca lo iba a saber?
-Yo... nos conocíamos hace poco, tal vez con el tiempo lo entenderías
-¿Entendería qué? ¿Que esto partió mientras estabas casado? ¿Esto qué en todo caso? No llevamos ni una semana... ¡Y mira como están las cosas!
-Enserio era esto lo que quería evitar- Ya no sabe que hacer ni qué decir, nos quedamos mirándonos un minuto.
Quiero ignorar esto, quisiera no haberme enterado de esto, o tal vez que me hubiera dicho al conocernos, todo habría sido distinto, por fin conocía la historia del hombre del traje, pero por desgracia yo ya era parte de ella y quería seguir en su historia, quería escribir mi libro de amor con un lindo final feliz.
-No sé qué decirte- Le digo ya desesperada por el silencio qué hay
Como respuesta se acerca y me abraza, siento sus brazos rodeándome, su olor y por primera vez tengo ganas de llorar, siento que es un abrazo de despedida, porque sé que no puedo confiar en él.
Me aleja un poco y me mira a los ojos, sé que los míos están llorosos y hago un gran esfuerzo por contener mis emociones.
-Yo sé que partimos mal, que yo partí mal y que esto es mi culpa... pero de verdad espero que podamos partir de nuevo, que me des otra oportunidad. Voy a arreglar el divorcio y tal vez ahí podamos partir bien.
Sonaba como una teleserie ¿Cómo me había metido yo en medio de un matrimonio?
Me da un beso en la frente y va a la puerta. Siento ganas de ir y abrazarlo, de evitar que se vaya, pero me quedo ahí parada, mirando en sentido contrario, sintiendo sus pasos al alejarse, la puerta, el ascensor al abrirse y finalmente cerrándose. Y ya no puedo volver a mi vida como era antes.
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El hombre de traje
RomanceIsidora quiere ser escritora y para inspirarse observa a las personas pasar frente a ella, inventándole historias a las personas que terminan dándole vida a sus personajes. Pero ¿Por qué no es capaz de inventarle una vida al hombre de traje?, extrañ...