Sunday. [HyunMin] ☀️

V e i n t i o c h o.

[🐚]

Me levanté a las cuatro de la mañana por unas piedras golpeando la ventana. Y claro, unos manotazos de Hyuck hacia mi persona.

—Levántate flojo, revisa quién es, si tu abuelo se levanta va a salir con su rifle. —Mi amigo tenía los párpados cerrados.

Moví un poco la cortina, era HyunJin, saludó con su mano a penas vio mi rostro. Bajé corriendo las escaleras, no lo podía creer.

—¿Qué estás haciendo aquí?. —Pregunté acomodandome la bata, tampoco quería que me viera en calzones. —Amanecerá pronto.

Se quitó el gorro de lana que tenía en la cabeza y rió.

—¿Por qué te ves tan cute, justo ahora? —Mis latidos estaban rápidos, un hipopótamo saltaba dentro de mi estómago. —Ah, señor SeungMin. Mark me dijo de tus sentimientos antes de que te fueras y nunca te vi como algo más. Estaba tan perdido y cegado por RenJun, pero mira. —Su dedo acusador dio con el collar que colgaba de mi cuello. —Quise darte esa caracola porque eras tan lindo, me dabas ternura y pensé durante mucho tiempo que te alejaste de todos solo por mi culpa, no sabes lo triste que estaba. Así que te envié un mensaje, y para mi buena suerte respondiste, resultaste mucho más interesante de lo que imaginé.

Hizo un pausa, sólo estaba viéndome a los ojos. Damn, tenerlo así de cerca era simplemente agradable, con ese sentimiento de ver los videos de jabones siendo cortados.

—Un mes y ya había caído, eras tan perfecto. Cuando me enteré que volviste a Corea sentí la necesidad de tener que estar cerca, porque si el chico que amaba estaba preocupado o conmocionado por alguna noticia, obviamente no quisiera alejarme. Ayer estaba preparando un viaje a una ciudad cercana, y olvidé cargar mi celular, tenía una mochila y lo necesario para sobrevivir durante el día entero. Cuando llegué a tu casa, tu papá abrió la puerta y me dijo que ya te habías ido. Corrí hacía el aeropuerto... Y aquí me tienes, le pregunté a tus tíos la dirección de tus abuelos. Ahora, Park SeungMin, quién ama usar ese extraño sentido del humor contra las personas, el helado de vainilla con chispas de chocolate y las nutrias, ¿quisieras ser mi novio?.

HyunJin movió sus labios con tanta rapidez que quise darle una bofetada. No es que me enojara escuchar su historia por la cuál pasó para encontrarme y todo eso. Pero, ¿y lo que yo pasé? Estuve cuatro años oliendole el trasero, se escucha feo pero así era, no tenía la respuesta exacta, porque me gustaba, pero ¿y todas esas veces que me rompió el corazón saliendo con otros chicos?, incuso con algunos de mis amigos.

—No lo sé. —Dije cruzandome de brazos. —¿me devolverás los cuatro años que gasté en ti?. —Le sonreí. —Lo siento, es un no.

Asintió, probablemente imaginándose el porqué de mi pregunta, si Mark le había dicho todo, entonces lo debería de saber.

—¿Tienes en dónde quedarte?. —Pregunté viéndolo ponerse el gorro de nuevo, le hacía ver tan guapo, segundos después negó. —El sofá de mis abuelos es bastante cómodo.

Se rió, formando dos lunitas con sus ojos, le dije que lo pensaría, pero podría retractarme en cualquier momento, ¿no es así?.

—¿Te digo la verdad?. —Me veía serio, como si tratara de afrontar la realidad. —Yo esperaba eso de ti, pasó de esa forma. Si bien Mark me contó todo, fue antes de que tomaran ese vuelo. El tiempo, las miradas, me enteré que todos mis amigos lo sabían. Incluso mi mejor amigo, ChangBin confesó que no me lo dijo porque yo le gustaba. Fue una verdadera ola de sentimientos, porque en realidad yo también te veía, no de otra forma, más que un ejemplo a seguir.

Le sonreí, porque de alguna forma, lo entendía. Quién más sino, estuve tanto tiempo detrás de él. Y me dolió, lloré todo un mar cuando lo vi con RenJun, tal vez fue porque sentí que había una oportunidad para mí. Aunque en el fondo estaba tan dolido que me alejé de mi familia y amigos, y ese fue mi error.

—Y... Entonces, estás enamorado de mí. —Murmure, balanceandome sobre mis pies.

Le miré morder el borde de sus labios, estaban rosados, como si recién les hubiera aplicado labial o algún simple bálsamo. Sus ojos me veían fijamente, y me pregunté si podían imnotizarme como solían hacerlo con anterioridad. Enamorarse tenía sus privilegios.

—Tal vez suene como un sin vergüenza — si, lo hacía en este instate—, pero quiero dejarte en claro que voy en serio.

Lo admito, una parte de mí tenía esa tentación de tocar su nariz. Decidí calmarme y escucharle con atención.

—No lo sé. —Mentí.

Intenté pasar sobre su humanidad, cómo con todas las personas, pero me detuvo fuertemente con sólo tomar mi muñeca.

—Créeme, si te dejo ir ahora ambos sufriremos.

Y les juro chicos y chicas, perros y gatos, comunidad LGBT, madres adolescentes y casi abortos; HyunJin estaba besándome.

Si no tuviera una punta de su gorro entrando en mi ojo, sería una de esas personas que tienen ensoñación inadaptada. Sentir sus labios siempre fue un espejismo irreal, soñé con eso mucho tiempo y siempre pensé que era imposible, pero ahí estaba yo, Park SeungMin literalmente tenía los brazos al rededor del cuello de Hwang HyunJin.

Genial.
Ahora pensaba en tercera persona.

—¿Puedo negarme ahora?. —Pregunté cuando me dejó tomar un poco de aire. —Aún puedo empujarte y correr hacia el carro de Mark.

Su mirada dio con el auto negro que esperaba al otro lado de la calle, Mark esperaba a Hyuck y a mí para irnos al instituto.

—Si quisieras escapar no me hubieras dicho de tus planes. Podría besarte durante el día entero SeungMin, pero... estás en bata.

Me reí, y en lugar de responderle con algún gesto tonto, junté nuestras frentes. Se veía realmente gracioso, pero qué era la vida sin felicidad.

—Si prometes comprarme una nutria tal vez pueda considerarlo. —Respondí besandole de vuelta.

Mi crush ya no era sólo un crush. Sino algo... ¿más arriba de ello?, y podría correr hacia mi mejor amigo y restregarselo en la cara, pero HyunJin tenía su brazo alrededor de mi cintura.

Que obsesivo, que aska, bye.

[Fin. 🐚]