La sangre corría por mis venas y de un momento a otro, lo hacía fuera de ellas. La habitación imaginaria estaba siendo tintada por el color carmesí, llamando a las bestias en busca de hallar mi muerte. Las lágrimas rozaban mis labios, mientras ellos...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Me había dejado sucumbir ante los sueños, prefería mil veces descansar que aguantar el constante hostigamiento de mis ideas y manías. Pero fue inútil.
El haberme quedado sola solo había facilitado mi inesperada vulnerabilidad a mis propios monstruos ―feroces, intimidantes, despiadados, llenos de maldad y listos para deshacer mis huesos entre sus fauces―, mis propios pensamientos. Cada vez que intentaba huir no lo conseguía, cada vez que intentaba esconderme de ellos, solo me encontraban con mayor facilidad ―como si se tratara de un juego mortal, un juego donde las sombras no sirven para ocultarse―, una presa débil y asustadiza.
Respiraba despacio, respirada hondo ―Vamos Elif, puedes dormir...― Pronunciaba intentado hallar la suficiente fuerza como para obviar mi insomnio. Mi cuerpo sentía el estrecho espacio con el que saludaba al suelo ―al filo de caer, al filo de perderme entre ensueños azabaches y sombras de tonos grisáceos―, ya no me preocupaba, quizás me quedaría dormida con mayor rapidez, si caía al suelo.
Debía intentarlo, olvidar el dolor latente tras el yeso, olvidar las marcas oscuras de los árboles, las firmas de grabación por parte del aire en mí, su partitura más famosa había percatado la piel suave y lisa que poseía.
Intentarlo, solo eso.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
‹‹Una oscuridad que conocía bien, se estaba apoderando del lugar. El sonido característico de una sinfonía completa, mantenía su gran musicalidad en mis oídos perplejos y mudos. Las manos se arrastraban hundiéndose en la tierra húmeda, sintiendo la necesidad de aferrase a algo más, sintiendo la gran capacidad de poder soportar esta puesta en escena. Hasta las mayores obras de teatro coinciden con errores, pero... La función debía de seguir, no había marcha atrás que dar››
‹‹Una función estrechamente vinculada con el hilo de la vida, el mismo que estaba a punto de romper, el mismo que estaría a punto de colapsar por la culpa de mi mente. Era una mala actora, alguien que solo servía para papeles de relleno, no merecía esta obra, no merecía salir ante las luces, debía ¿Desparecer? Quizás... ¿Morir?››
