HISTORIAS DE ACUARIO

Acuario (M) & Libra (H)

BREATHE ME

"Ayuda, lo acabo de volver hacer. He estado aquí tantas veces". La canción "Breathe me" de Sia sonaba en medio del salón. Libra y Acuario construían una nueva coreografía para un concurso. "Me lastimé otra vez hoy y la peor parte es que no hay a quién más culpar". El tema que se les había otorgado es "Un amor dañino".

"Sé mi amigo, abrázame, envuélveme. Extiéndeme, soy pequeña y frágil". Libra atrajo a Acuario en un abrazo según lo indicaba la canción. "Hazme entrar en calor... y respírame", ella colocó su mano en su pecho refugiándose en él.

"Ouch. Me volví a perder", venía el solo de Acuario, ella se alejó de él. "Perdida y sin poder encontrar", y empezó a demostrar el dolor por medio del baile. "Sí, pienso que podría quebrarme. Estoy perdida y me siento insegura". La letra de la canción retumbaba en la cabeza de Acuario. Encajaba a la perfección, describiendo lo que ella sentía, pero que él no sabía.

"Sé mi amigo, abrázame, envuélveme". Él intentaba consolarla, pero no sabía cómo. Entonces ella lo miraba vacilante. "Sé mi amigo. Abrázame. Envuélveme", entonces ella corría a sus brazos, volviéndose a perder en él.

La canción había terminado y ellos se separaron, ambos caminaron en distintas direcciones del salón.

- Me gusta la coreografía que hemos creado – dijo Libra cogiendo su celular

- Sí, es perfecta. – afirmó la acuariana al comentario de él y a lo que ella sentía. - ¿Saldrás hoy con Tauro? – la chica se sentó en el suelo apoyando su espalda en la pared.

- No – hizo una pausa. – Nosotros terminamos.

Un brillo apareció en la mirada de la muchacha.

- ¿En serio? ¿Por qué? – preguntó curiosa.

- Me gusta alguien más – respondió el joven sin dudarlo.

"Ouch", pensó ella. Ese era el problema, él solo la veía como su mejor amiga. Ella había estado allí para aconsejarle sobre cada mujer que a él le atraía, pero nunca le había dicho o dado alguna señal si él sentía algo por ella. Entonces, Acuario se alejaba, porque verlo en una relación con otra chica y no con ella, le dolía. Sin embargo, él la buscaba, si la veía distanciarse la perseguía. Primero oscilaba en regresar, pero él extendía sus brazos y la incitaba a volver. Así ella corría hacia él buscando refugio en su abrazo.

- Bien por ti – dijo ella finalmente.

- Sí – él dejó su móvil de lado – Sabes... al principio tenía mis dudas, pero sí que fui tonto. - Acuario no entendía. – Intentaba buscar esa conexión con otras chicas, pero no la encontraba. Solo hay una persona con la que lo he sentido eso, pero no hice caso. Solo espero que ya no sea demasiado tarde.

- Bueno... - Acuario seguía dolida. – ¡Que tengas suerte! – Ella se levantó y cogió su mochila dispuesta a irse otra vez.

Caminó fuera del salón y Libra corrió tras ella tomándola del brazo.

- No lo comprendes – le dijo él.

- ¿Comprender qué? – preguntó molesta.

Quizás él sí se había dado cuenta de lo que su mejor amiga siente.

- Tengo que irme o me haré más daño – soltó ella y él la abrazó. – Me estoy hiriendo – se quejó.

- Lo sé – respondió él. – Prometo no lastimarte más. Perdón. Fui un tonto que no quiso aceptar lo que siente por ti.

Acuario se separó sorprendida por las palabras de su amigo y en ese instante sus miradas se cruzaron.

- Tú eres la chica que me gusta – dijo él mirándola a los ojos.

Finalmente, esas palabras.

La conexión que había entre ellos era inevitable, podían no hacerle caso, disimularlo, ocultarlo, pero no evitarlo y al fin Libra se había dado cuenta de ello. De no ser así, ¿por qué él la buscaba cuando ella se alejaba? ¿por qué sentía que sin ella no podía seguir? ¿por qué sentía que la necesitaba? Ambos se amaban, aman y se amarán. Un beso tímido, nervioso y anhelado vino hacia ellos anunciando el inicio de una nueva relación.