Una vida común para nada común

II

Narrador.

Después del incidente.
Noah, se fue de ahí, por suerte, Stiles ya había terminado su tarea, así que se la llevó para poder entregarla el lunes.

Cuando salió de ahí.
Fue a su patrulla y manejó hasta su trabajo.

Al llegar, bajó y fue a su oficina.
Encontrándose en el camino, a Scott.

– Señor Stilinski...¿como esta Stiles hoy?
– Peor que cuando ingresó...
– ¿Pues que le sucedió?

El mayor miró a todos lados y dijo.

– Vamos a mi oficina..
– Ok...

Ambos fueron al lugar dicho, Scott entró primero y luego el sheriff.

– Bien, Stiles presentó alucinaciones hoy...
– ¿Por que fue eso?

El mayor lo miró y dijo.

– Los doctores me dijeron...que no le atina a la esquizofrenia, que tal vez esa alucinación, fue dada por el estrés o la ansiedad que ha presentado últimamente...
– ¿Por que lo dice?
– No lose...
–¿Cree que quiera verme?
– No lo creo, esperemos otra semana mas...¿si?
– De acuerdo...

En eso su celular suena.
Scott atiende y resulta ser..

– ¿Liam?

– Si, ¿por que?

– ¿Que?

– ¿La internaron?

– Ah, ¿que hace ahí?

– ¿Lo están buscando?

Dijo enojado.

– No lo busquen, ahora no esta para visitas...

– Me lo dijo el Sheriff...

– ¿Que fue eso?

– ¿Estan con él?

– ¿¡Que mierda hicieron Liam!?

– ¿Que hicieron que?

Se escuchó un silencio.

– ¿Que sucede Scott?

Habló por fin Noah.
Scott colgó y dijo.

– La manada fue ha sacar a Stiles del psiquiátrico...

Eso alteró a Noah.

– Scott, tienes que impedirlo, él no puede salir...
– ¿Por que?
– Tu solo ve y evita que lo saquen...

Dijo ya desesperado.
Scott asintió y salió de ahí.

Minutos antes en el psiquiátrico.

– ¿Segura de que funcionará?

Dijo Liam.
Lydia sonrió y dijo.

– Por supuesto, tengo el uniforme y la identidad con mi gafete...todo saldrá bien...
– Bueno...confiamos en ti...

Dijo Liam, mientras veía a la manada.

Lydia entró al psiquiátrico, mientras que los demás esperaban en el estacionamiento. La pelirroja caminaba con confianza, al pasar por recepción, saludó y siguió su camino.
Al cabo de unos minutos, le preguntó a un enfermero.

– Ah, disculpa...

El contrario se detuvo y dijo sonriente.

– ¿Si, que se te ofrece?
– ¿Sabes donde esta el hijo del sheriff?
– Ah...claro, esta dos pisos arriba, en la puerta número...234..
– Oh, muchas gracias...
– No hay de que...hasta luego...

Dijo el enfermero mientras se retiraba.
Lydia caminó hacia las escaleras.

Después de varios minutos, se encontró con la puerta.

– Bien, ahora...

Cuando iba ha abrir la puerta, algo la detuvo.

– Ni se te ocurra abrir esa puerta...

Volteó a la derecha y se encontró con el mismo enfermero de hace unos minutos.

– ¿Como?
– ¿Quien eres y que haces aquí?

Dijo el mayor a la menor.

Ella titubeó y salió corriendo.
Escuchando detrás de ella un.

– Seguridad, no la dejen escapar, intento dañar a un paciente, es pelirroja, menor de 20...

Lydia corría entre pasillos, hasta llegar a las escaleras.
Cuando llegó a la salida, fue recibida por sus amigos.

– ¡Corran!

Vieron a la puerta y escucharon a los guardias gritar.

Y nadie lo dudó, todos salieron corriendo de ahí.

Rato después.

Todos estaban en casa de Scott, nadie se animaba a decir nada.

– Espero una explicación, por que sino mal recuerdo, no le ordene a ninguno que fueran a buscar a Stiles...

Todos estaban apenados, el único en hablar fue Liam.

– Lo sentimos, solo queríamos que volviera con nosotros...
– Pues hicieron mal en intentarlo, él no quiere vernos...

Todos lo miraron, pidiendo una explicación.

– Su padre dijo que no ha estado bien y que...bueno no se encuentra capaz de recibir...a nadie...
– No entendemos...

Scott suspiro hartó y dijo.

– No tienen por que entender, vayan a casa, nos vemos el lunes, tienen el fin de semana libre...

Nadie dijo nada.
Todos se fueron.

Scott esperó a que todos se hayan ido de ahí, incluso de la calle, para subir a su habitación y empezar a golpear la pared.

Durante ese día y el fin de semana, nadie de la manada se dirigió la palabra.

Dándose tiempo para pensar.