XIV

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Narrador.


– Stiles, ¿nos darías una oportunidad?

El menor se encontraba indeciso y es que le habían dejado bastante claro que era mejor eso.

– Ah...
– Vamos Stiles, no quiero morir, y tu tampoco quieres morir hermano...
– ¿Los dos podremos verlos?

Preguntó a Derek.

– Solo si quieren...y no habrá secretos entre nosotros...

Stiles lo piensa un momento más...suspira y dice.

– Bien, aceptamos...pero queremos saber que son...por que se que...en definitiva...no son humanos y son mas de veinte personas...







Veinte minutos después.

Alberto estaba quieto en el sofá y Stiles estaba con los brazos recargados en sus rodillas y la cara recargada en sus manos.

– Cielos...ah...¿y ya no hay mas criaturas?
– No, solo hay banshes, kimeras, hombres lobo...ah...coyotes y nada mas...y ahora...podemos decir que tenemos humanos en nuestra manada...
– Ah...claro...

Stiles y Alberto rieron de forma nerviosa.

– Y para que sepan mas de nosotros, tendrán que visitar a Deaton, es nuestro emisario, y ya los conoce, así que...vamos, yo los llevo...

Dijo Derek alegré.
Ambos humanos se pusieron de pie y tomaron sus mochilas.



Varios minutos después.

– Y...¿por que usan mochilas aun chicos?, ¿no se supone que están de maestros?
– Son mas practicas....

Dijo Stiles.
Alberto lo confirmó.

– Si, es mas fácil saber lo que llevaras y lo que no, además, para ser un profesor, no tienes que mover tanto la mochila...
– Ah...

Un pequeño silencio se hizo.
Y es por que Derek ya no sabia de que hablar.

– Y...Derek...
– ¿Si?
– Si dices que los conozco...¿por que no los recuerdo?
– Tuviste un accidente hace unos años...tu padre no quiso que nos volviéramos a acercar, por que dice que fuimos los responsables de ello...
– Pues mi padre nunca se equivoca Derek...¿que accidente tuve?
– Estabas de visita en un hospital, no recuerdo quien de nosotros te estaba acompañando, el punto es que nos atacaron y caíste por las escaleras...y...ya no nos recordaste...nos olvidaste...y Melissa fue la que nos dijo...

Stiles miró a Alberto y dijo.

– Con que...por eso no los recuerdo...¿por que ninguno de ustedes intento hablarme?
– Lo hicimos, pero Scott lo hecho a perder, cuando te secuestraron y cuando se transformó...
– Ah....
– Ya llegamos...

El auto frenó y los tres bajaron.

– Stiles...aun así no dejaré de ser tu amigo...

Stiles sonrió.

– Gracias...

Derek dijo.

– No empieces con tus cosas Alberto...
– ¿Yo que hice?

Derek se puso en medio de ambos y dijo.

– Caminen...

Y los tres entraron de una vez.







A la mañana siguiente.

Stiles estaba en su cama, durmiendo.

La noche anterior, habían llegado tarde y dieron gracias a esa cosa que maneja el destino, por que hoy era sábado.

Una vida común para nada comúnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora