Una vida común para nada común

XIX

Narrador.

Había pasado una semana desde el beso de ambos.

Stiles siempre estaba de buen humor y bueno...Derek igual.

La manada entera (incluyendo a Alberto) , notaban ese comportamiento.

Pero además de ellos, alguien más notaba ese comportamiento...y ese era Theo...

Ahora mismo el se encontraba en su auto, viendo cómo Stiles y Alberto entraban a la escuela.

Y bueno, ahí decidió entrar.

Había asegurado que un lugar quedará vacío.

Así que mandó asesinar a la profesora de ingles, de modo que pareciera un suicidio.

Y bueno, días después llegó diciendo lo de la solicitud y hoy entraría a trabajar, así estaría más cerca de Stiles.

En el receso.

Theo.

Stiles...oh Stiles...no puedo esperar a que me veas...¿Cual será tu expresión?

Bueno, resulta que no puedo ir a la cafetería, debido a que está a tope y bueno, resulta que los profesores siempre van a la sala de maestros o se quedan en sus aulas.

– Hola Theo...

Volteo hacia la puerta y me encuentro con el ser más hermoso del mundo.

– Oh...hola Stiles, ¿Qué tal?
– Nada...¿Quieres compañía?

Dijo sonriente.
Oh...esa sonrisa me enamora...

– Claro, siéntate...

Él entra al aula y se sienta en un banco que queda frente a mi.

– ¿Y tú amigo?
– ¿Alberto?, Bueno, él terminó su turno, además de que su mamá lo llamó, así que tendrá que salir toda la tarde, creo que volverá hasta la noche...
– Oh, bueno, aquí estoy yo...

Dije sonriendo, él también sonrió.

¡Le hice sonreír!

¡ Oh, si, ¿Quién manda ahora lobo amargado?!

– Oye, ¿A qué hora sales ?
– Salgo como a las...

Miró su horario.

– Como en eso de las dos y media...¿Y tú?
– También...¿No te gustaría salir por...no se...algo?
– Bueno, papá está ocupado con cosas de una guía y Alberto...

¿Me rechazará?

– Bueno...no veo lo malo...¿A qué hora?

Dijo con esa linda sonrisa que me enamora.

– De aquí, hay que ir por algo de comer...y después vemos a donde nos lleva la tarde...

Dije sonriendo, él solo rió.

Oh, Stiles, ¿será demasiado pronto como para decirte que te amo?

Narrador.

Esa misma tarde.

Stiles y Theo se encontraban comiendo en un restaurante.
No era nada lujoso, así que ambos estaban bien.

O eso era hasta que Theo vio a alguien no deseado, y dijo.

– Oye...¿Me permites?
– Oh claro...

Dijo Stiles viendo cómo Theo iba al baño.

Segundos después, llega Derek.