Una vida común para nada común

IX

Narrador.

Tres meses después.

Stiles iba conduciendo alegré a casa, después de la escuela.
No había recibido ninguna llamada de algún desconocido de nuevo.

Así que estaba bien.

– ¿Hola?

– Ah, hola Al, ¿que se te ofrece?

– Ah...bueno, te lo presto mañana, pero si es para algo ilegal, cubre o cambia la placa y quita todo lo característico de mi...

– Hablo en serio...

– Bien, nos vemos mañana...

Stiles colgó la llamada y llegó a casa de su padre.

Como él si tiene modales y no le gusta llevarse malas sorpresas, tocó la puerta.

– Ya voy...

Y definitivamente su padre abrió la puerta, para recibir a Stiles.

– Hola papá, ¿que tal ha estado tu día?
– Fantástico, ven pasa, hay alguien que quiero que conozcas...

Stiles rió y dijo.

– Ok, entremos...

Noah y Stiles entraron a la sala.
Y se toparon con un hombre de color, ojos café oscuro y vestía como civil.

– Hola, buenas tardes, soy Stiles...

Dijo el menor de ahí, el contrarió sonrió y le estrechó la mano.

– Un gusto, soy Deaton, el veterinario del pueblo,...
– ¿Veterinario?, genial, eso quiere decir que eres un doctor para los animales...
– Claro...todos lo saben...

Stiles iba a seguir hablando, cuando de pronto Noah menciona.

– Oigan, hay que comer...¿no?

Stiles afirmó alegre y Deaton asintió.

En la cocina.

– Y...Stiles, ¿de que trabajas?

El menor masticó rápido y luego contestó.

– Soy profesor en la preparatoria de aquí, doy matemáticas e historia...
– Fantástico, ¿has hecho amigos?
– Si...uno, se llama Alberto Morales...es el profesor de deportes...buen tipo...

Deaton sonrió y continuó con la platica.

Después de unas cuantas horas, Stiles se fue a su casa, con un pasó calmado.

Cuando entró a su casa, escuchó su celular sonar.

– ¿Hola?
– Te extrañamos Stiles...
– ¿Que?

Stiles vio el identificador de llamada, número desconocido.

– ¿Como sabes mi nombre?
– Te extrañamos Stiles...vuelve con nosotros...
– ¿Quien diablos eres y quien te dio mi número!
– Vuelve con nosotros Stiles..
– Llamaré a la policía y haré que...ahg...

Colgó la llamada y se fue a su cama...no sin antes cerrar las puertas y las ventanas.

A la mañana siguiente.

Stiles se encontraba en la escuela.
Cansado, por que anoche no pudo dormir, por su paranoia.

– Stiles, ¿que sucede?
– ¿Ah? ¿Que?

Era Alberto, que llevaba explicándole algo desde hace rato, pero Stiles, no le había prestado atención.

– Te notó distraído, ¿que sucede?

Lo miró preocupado.

– Es que...anoche recibí una llamada...
– ¿Del desconocido?
– Si, decía que me extrañaban, que querían que volviera con ellos...

Al lo miró y dijo.

– Oye, sabes que...estoy para ayudarte, ¿no?

Stiles lo miró y dijo.

– ¿Te mudarías conmigo?

Dijo dudoso.

– Oye...je, Stiles, no soy gay...

Stiles parpadeó incrédulo y luego dijo.

– No idiota, te pido esto, por que ayer me llamaron, y me da miedo que ellos me hagan algo y no puedo molestar a mi padre, ya le di bastante de que encargarse y no tengo a nadie mas que a ti y a él...
– ...Bien, como tengo problemas con mi departamento, accedo a vivir contigo...pero...con una condición...
– ¿Cual?
– No quiero enterarme que eres un secuestrador o cualquier cosa...
– De acuerdo...¿podrias mudarte hoy?
– ....Claro...

Dijo sonriendo.
Eso alivió a Stiles.