A Daisy, una chica de 16 años, le toca enfrentar con un gran cambio de su vida, se va a mudar a Los Angeles, debe abandonar su vida de Colombiana y aceptar que a pesar de que no le va a ir del todo bien, va a tener que acostumbrarse.
Cada uno en su habitación tenía un vestidor propio, el de Sandra y Fede era bastante grande, tenían todo bien organizado como a Sandra le gustaba.
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El de Daisy era el vestidor que toda chica quisiera tener, era super grande, tenía muchísima ropa, una colección de zapatos y zapatillas, un sector donde guardaba su maquillaje, otro sector donde guardaba sus collares, aros, pulseras, lentes de sol, relojes, etc.
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El vestidor de Mateo también era muy grande, con mucha variedad de colores, le gustaba tener una misma remera pero de 3 colores distintos. Daisy nunca entendió porque le gustaba tanto usar siempre las mismas 4 remeras, cuando tenía muchisimas más para usar, pero a Mateo le parecía mejor así.
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