A Daisy, una chica de 16 años, le toca enfrentar con un gran cambio de su vida, se va a mudar a Los Angeles, debe abandonar su vida de Colombiana y aceptar que a pesar de que no le va a ir del todo bien, va a tener que acostumbrarse.
Al otro día me desperté por un mensaje de Toto, no lo podía creer, me limpié las lágrimas de los ojos y abrí el mensaje
Toto❤: Hola Daisy: Holaa Toto❤: Tenemos que hablar, podes esta tarde? Daisy: Sí, si puedo Toto❤: Okey, anda a las 17:00hs al parque del centro Daisy: Dale
De qué quería hablarme Toto, mi mente no paraba de dar vueltas, era obvio que iba a decirme algo relacionado con nuestra relación, pero moría por saber qué iba a decirme, amo a Toto más que a nada en el mundo, y estoy muy arrepentida de lo que pasó anoche, le arruiné su propio cumpleaños, merezco lo peor. Cuando se hicieron las 16:00hs comencé a prepararme, me bañé, me peiné, me maquillé (no muy exagerada), elegí un outfit y me cambié.
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A las 17:00hs llegué al parque y me senté en un banco a esperar a Toto. No mucho después él llegó.
Toto: Hola Daisy Daisy: Hola Toto: Mirá te la voy a hacer corta. Me molestó muchísimo lo que pasó anoche, pero estabas borracha y yo también he hecho cosas horribles cuando he estado borracho, por eso te entiendo. Y aunque esté muy dolido, te amo como a nadie en el mundo y sos lo mejor que tengo, me haces sentir la mejor persona cuando estoy con vos, y si estoy con vos todo es perfecto, por más que quiera evitarlo no puedo dejar de amarte, por eso voy a olvidar todo lo que pasó Daisy: Toto no sabes lo arrepentida que estoy de todo lo que pasó en tu fiesta, fui una tonta. Pero te prometo que no va volver a pasar, me deje llevar por el alcohol y todo salió mal. Te amo demasiado y me alegro de que puedas entenderme. Cada día a tu lado me hace sentir mejor persona.
Después de eso nos dimos un beso largo, era el día más feliz de mi vida, todo había vuelto a la normalidad con Toto, o al menos eso parecía. Ahí fue cuando realmente me di cuenta de que estoy perdidamente enamorada de Toto, cuando llegué a mi casa me di cuenta que sólo faltaba arreglar las cosas con Pi. Le mandé varios mensajes pero simplemente los leyó y los ignoró.
El lunes en el colegio me acerqué a ella y a Valen para saludarlas, pero apenas me vieron se fueron para otra parte. Esa semana se me hizo eterna, Valen y Pi lo único que hacían era ignorarme, los recreos y las horas libres las pasaba con Toto, con Juli o con Peter aveces. Me di cuenta que sin Valen y sin Pili no soy nada, cuando en el grupo alguna está enojada, las otras sienten un vacío inexplicable. Ésta vez, me tocaba a mi sentir ese vacío. Por suerte Juli no estaba enojada conmigo, pero no le pareció bien lo que hice, ella hablaba con Valen y Pi como si nada hubiera pasado, pero nunca hablábamos las 4 juntas. Si no fuera por Juli estaría literalmente sola.
Ya era sábado otra vez, eran las 17:00hs, en mis planes estaba no hacer nada, pero me llegó un mensaje que me hizo levantarme del sillón y salir corriendo hasta la heladería. Cuando llegué ahí estaba, era...
