A Daisy, una chica de 16 años, le toca enfrentar con un gran cambio de su vida, se va a mudar a Los Angeles, debe abandonar su vida de Colombiana y aceptar que a pesar de que no le va a ir del todo bien, va a tener que acostumbrarse.
Ya estaba por salir el vuelo, Toto y yo nos sentamos en uno de los sillones con mesa del avión privado, el viaje no era muy largo, cuando llegamos al aeropuerto de San Francisco subí una historia a instagram y después fuimos directo al hotel.
daisybenedetti18 min
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@julimartinez respondió a tu historia
Suerteee, te amo💖
Gracias Julii, yo más❣
@mujicavalen respondió a tu historia
Ya te extraño🖤
Yo también Valentinaaa
Toto y yo salimos a recorrer algunos lugares que estaban cerca. La ciudad era muy linda. Fuimos a una tienda de yogurt helado, yo me senté en una mesa afuera y Toto entró para comprar el yogurt helado. Alguien me tocó la cabeza despeinandome un poco, me di vuelta de inmediato, era Peter. No lo podía creer, qué hacía Peter en San Francisco?
Daisy: Ey Peter, qué haces aquí? No creo que sea una coincidencia Peter: Si, eeeem... yo vine porque... eeeemmmm... ay no te voy a mentir, en el Harvey Mudd College escuché a Juli decirle a Valen que tú ya no estarías para el próximo partido. Como la curiosidad me mataba, le pregunté a Valen porque no estarías, y me dijo que el domingo te ibas a San Francisco de viaje, por lo que decidí sacar el primer pasaje de avión que conseguí para el domingo y quedarme en la casa de un amigo que vive aquí, quería darte una sorpresa Daisy: Jajajajaja Peter no puedo creer que hayas hecho todo eso por mi, enserio gracias pero no era necesario Peter: Sé que no era necesario pero de verdad me gustas mucho
*Me puse roja y se me escapó una sonrisita. Peter sonrió y me guiñó el ojo*
Peter: Y se puede saber qué haces sola? Daisy: No estoy sola, estoy contigo. Además está Toto adentro Peter: Ahh, también vino Toto al parecer... -dijo, y pude notar que estaba un poco celoso-
Toto se acercaba a nosotros con los yogurts helados en sus manos, se paró frente a Peter y preguntó
Toto: Hola, Peter qué haces aquí? No sabía que venías a San Francisco Peter: Hola. Yo tampoco, fue algo de último minuto -me miró de reojo- Daisy: Peter me vio aquí sentada y se acercó a saludarme. Nos conocemos por la escuela Toto: Ahh genial
Peter se alejó de nosotros y cuando Toto ya no lo veía, me guiñó un ojo. Toto y yo volvimos caminando hasta el hotel y nos acostamos en nuestras camas (habían 2 habitaciones; una para mis papás, y otra para Toto, Mateo y yo)
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Fuimos a cenar y la comida estaba muy rica
La mia:
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La de Toto:
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