Capítulo 95

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Estaba agotada de tanto intentar abrir esa maldita puerta. Juli trataba de encontrar una forma de salir conmigo mientras Pi atendía a Valen. Ella se veía demasiado cansada y muy flaca, aún más flaca de lo que ya es

Pi: Hace cuanto no comes?
Valen: 3 días... o 4, no lo sé ya perdí la cuenta
Juli: Pi, por qué no te fijas si encuentras algo que Valen pueda comer
Pi: Okey

Pi no encontró nada que se pueda comer, y yo no encontré la forma de abrir la puerta. Era inútil. Todo lo que intentábamos era inútil. No había nada que hacer. Ya comenzaba a sentirme hambrienta y cansada

Daisy: Soy la única que tiene hambre?
Pi: No, yo también
Juli: Yo tengo hambre aunque es más el sueño
Pi: Entonces duerme
Juli: Eso haré

Juli y yo nos quedamos dormidas profundamente, Pi se quedó despierta hasta que Valen se durmiera. Me desperté porque una voz retumbaba en mi cabeza

Mayra: Ya despierten
Pi: Qué quieres? -dijo refregándose los ojos-
Mayra: Aquí tienen algo de comida -dijo tirándonos unas galletas y dos botellas de agua-
Juli: Gracias, que atenta -dijo siendo sarcástica-
Agustina: Ya cállense y coman
Violeta: Nos vamos

Cerraron la puerta con el candado y nos repartimos la comida, pero le dimos la mayor parte a Valen ya que ella no comía hace mucho más que nosotras.

Ya no sabíamos qué hacer, las horas pasaban y pasaban y nosotras seguíamos allí, solamente sentadas en el piso. Ni ganas de levantarnos teníamos. Miré a todo mi alrededor y pude ver sobre una silla un celular. Junté todas mis fuerzas y cuando logré levantarme caminé hacia esa silla. Agarré el celular y lo prendí. Al parecer era el celular de Agustina ya que ella aparecía en el fondo de pantalla

Daisy: Chicas miren
Juli: Qué es eso?
Daisy: El celular de Agustina
Pi: Qué estás esperando? Llama a la policía -dijo sobresaltada-

Llamé a la policía y les dije que nos tenían secuestradas en un granero que quedaba en tal y tal lugar. Dijeron que podría tardar ya que era muy alejado.

Volví a dejar el celular en la silla y me acosté a dormir ya que no tenía nada más para hacer. Me desperté de golpe por los gritos

Juli: NECESITO AIRE, NECESITO AIRE
Daisy: Qué te sucede?
Juli: Desde muy pequeña tengo claustrofobia -dijo haciendo un esfuerzo para hablar-
Pi: Respira profundo y piensa en otra cosa

Sentimos como la cabeza de Juli golpeó contra una de las patas de la silla. Se había desmayado. Tratamos de despertarla pero no podíamos, seguía allí, sin siquiera hacer un movimiento. Valen dormía, Pi lloraba y yo... bueno yo trataba... trataba de estar lo mejor posible. Ya no tenía ganas ni de vivir. Me acomodé en el piso y me dormí

La Nueva Vida De DaisyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora