A Daisy, una chica de 16 años, le toca enfrentar con un gran cambio de su vida, se va a mudar a Los Angeles, debe abandonar su vida de Colombiana y aceptar que a pesar de que no le va a ir del todo bien, va a tener que acostumbrarse.
Luis: Intentamos de todo para sacar el veneno de su cuerpo, pero no lo logramos. El veneno llegó a su corazón y ella no lo resistió. Lo sentimos mucho. Hora de la muerte: 09:43
Un fuerte dolor invadió mi pecho. Mi amiga ya no estaba, y nunca más iba a estar. Lágrimas comenzaron a caer desesperadamente por mis ojos, recorriendo todo mi rostro. Juli y Pi estaban igual que yo, y ni hablar de los papás de Valen. A Patricia le faltaba el aire. Mi mamá la ayudó a sentarse y a tomar calma. El papá de Valen se paró y puso su espalda contra una de las paredes. Lágrimas caían de todos los ojos presentes en esa habitación. El dolor en mi pecho seguía presente.
Después de unas horas en el hospital mi mamá y yo volvimos a mi casa y no quise almorzar porque no tenía hambre, solo quería estar con Valen, reír con ella, me hubiera gustado abrazarla más fuerte la última vez que lo hice. La extraño. Hace un par de horas que ya no está y la extraño muchísimo. Me hace falta. Ahora todo será distinto. Por un momento sentí que quería venganza. Todo esto es por un tonto juego de Mayra y sus amiguitas. Esas desquiciadas envenenaron a mi amiga, y ahora ella ya no estaba.
Peter vino a mi casa en la tarde, trató de consolarme, pero yo me sentía muy mal. Todo esto me tendría que haber pasado a mí, Valen no merecía eso. Peter me repetía que no era mi culpa. Pensé en lo que Valen nos había dicho, que todo pasa por algo. Pero yo no pienso que ese haya tenido que ser su destino. Ella merecía lo mejor. Creo que pensar en esto me hace mucho más daño, tengo que despejarme. Peter me invitó a cenar. Me puse este outfit:
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Después de comer Peter me llevó a mi casa y me acosté a dormir con lágrimas cayendo por mis mejillas. Amanecí con los ojos rojos e hinchados. No quería ir al colegio, pero teníamos examen y debía ir.
A la salida del colegio mi papá me pasó a buscar y cuando llegamos a casa mi mamá ya había preparado el almuerzo. En la tarde era el funeral de Valen. Me di una ducha, me cambié y fui con toda mi familia.
No paré de llorar en ningún momento. Antes de irme abracé muy fuerte a Pi y a Juli. Ya en mi casa subí a mi habitación y escuché como tocaban la puerta. Bajé para abrir. Era Toto
Daisy: Qué haces aquí? Toto: Lamento mucho lo que le pasó a Valen, imagino cómo debes estar Daisy: Estoy destrozada, pero no te preocupes, no es tu culpa lo que le pasó Toto: No quiero verte mal Daisy: Pronto estaré mejor, o eso espero. No hacía falta que vinieras, podrías haberme enviado un mensaje Toto: En realidad quería decirte otra cosa más Daisy: Qué cosa? Toto: ...
