A Daisy, una chica de 16 años, le toca enfrentar con un gran cambio de su vida, se va a mudar a Los Angeles, debe abandonar su vida de Colombiana y aceptar que a pesar de que no le va a ir del todo bien, va a tener que acostumbrarse.
Me levanté y después de desayunar me cepillé los dientes, me lavé la cara y me puse este outfit:
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Ya en el colegio me senté junto a Juli en clase de matemáticas. Después de esa clase y de otra clase de historia fuimos a la cafetería porque teníamos un tiempo libre. Mayra, Violeta y Agustina estaban allí, pero no nos vieron. Nos sentamos en la única mesa que estaba desocupada, que lamentablemente era junto a la mesa de Mayra. Lo bueno fue que ellas no nos vieron, así no había ningún problema.
Pi me estaba explicando algo sobre un examen que se aproximaba cuando comencé a escuchar la conversación de Mayra y sus amigas
Mayra: No puedo creer que se lo hayan creído Violeta: Yo tampoco Agustina: Es que aún no entiendo del todo, me lo explican otra vez? Mayra: Está bien, te lo explicaré por tercera vez. Viole y yo íbamos caminando hacia ya sabes dónde, pero vimos que Daisy, Julia y Pilar nos estaban siguiendo, entonces decidimos ir a mi casa para disimular y hablamos mal sobre Daisy Violeta: Y ellas pensaron que nosotras no las habíamos visto Agustina: Que tontas Mayra: Muy tontas -las tres rieron-
Volví a prestarle atención a Pi, pero la volví a interrumpir
Daisy: Escucharon eso? Juli: La conversación entre ellas? Daisy: Sí Pi: Nos engañaron, si nos habían visto Daisy: Hoy las seguiremos de nuevo -dije muy despacio-
Cuando sonó el timbre para irnos agarré rápido mis cosas y junto a Pi y Juli seguimos muy cuidadosamente a Mayra, Violeta y Agustina. Esta vez no nos vieron. Caminaron hasta un lugar muy alejado del colegio. Más bien, alejado de todo. Juli había ido todo el camino quejándose porque era muy lejos y estaba cansada. Llegaron a algo que parecía ser un granero, pero se veía algo abandonado. La puerta era grande y estaba cerrada por un candado. Nos detuvimos a unos metros de ellas para que no nos vieran, pero aún así podíamos escuchar lo que hablaban
Mayra: Agustina dame las llaves Agustina: Las tenía que traer Viole Mayra: No, te dije a vos que las trajeras Agustina: Okey, me fijaré si las traje Violeta: Rápido por favor, quiero volver a mi casa porque tengo hambre Agustina: No las tengo Mayra: Las olvidaste? Agustina: Sí Mayra: Que tonta eres, vendremos mañana a la misma hora y yo me haré cargo de las llaves Agustina: Okey
Nos fuimos antes de que nos vieran y corrimos lo suficiente hasta alejarnos de el lugar donde estaba el granero.
En el camino iba pensando sobre para qué ellas irían a ese granero. Me pareció muy extraño y por eso decidimos seguirlas cuando fueran al otro día.
Llegué a mi casa y almorcé. En la tarde fui al gimnasio y subí una historia a Instagram:
daisybenedetti 5 min
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Volví a mi casa y me di una ducha. Peter me invitó a cenar a su casa. Me cambié, me maquille y subí una historia:
daisybenedetti. 8 min
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Toqué la puerta y la madre de Peter se apareció tras la puerta
Daisy: Hola, buenas noches Emily: Hola hermosa, pasa. Contame, cómo has estado? Daisy: Muy bien, y usted? Emily: Tranquila, trabajando. Pero excelente Daisy: Bueno, me alegro mucho Emily: Gracias Daisy, Peter está en su habitación Daisy: Gracias
Fui a la habitación de Peter y él estaba acostado en su cama usando el celular
Daisy: Permiso -dije tocando la puerta que estaba abierta- Peter: Entra amor
Estuvimos jugando con los hermanos de Peter y después nos sentamos en el sillón para cenar nosotros dos solos. Subí una historia:
daisybenedetti 8 min
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Cuando llegué a mi casa me puse el pijama y me acosté a dormir.
