UN ACTO INJUSTO

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HABLA MATT:

Me estoy dirigiendo a casa de Becky, con los papeles del contrato de arrendamiento de la casa de Philip.

Ajjjjj, me siento terrible por hacerle esto a Phil. Pero si no lo hago, Becky sospechará algo y tendré un montón de problemas.

De repente, suena mi teléfono. Lo saco de mi bolsillo y es un número desconocido. Y si es la mujer demonio?? Contesto con miedo:

M: Hola?

P: Hola!! Soy yo!! No puedo hablar por mucho tiempo, solo tengo 2 minutos.

M: Wow!! Philip!! Estás bien?? Cómo te ha ido??

P: Ahhhhh, en este momento estoy en un gran aprieto. Me siento como rata en una trampa. San Quintín es sin duda, la prisión más dolorosa y resguardada del mundo.

M: Mira...  sé que quieres hablar, pero estoy trabajando, estoy tratando de probar tu inocencia.

P: Seguro?? Se te oye bastante nervioso. Uy! Cierto, la asesina. Acaso... ya te encontraste con ella? O ya sabes su identidad? O es que ya te atacó??

M: No, no, no, no, no, no! Relájate. En cuanto me ataque, yo trataré de defenderme lo mejor posible! Palabra de honor, mi hermano.

P: Vale, vale. Ey, antes de que te vayas, sabes cómo está Becky??

Y ahora qué le digo??

M: Pues.... lo siento, pero me encontré con ella y ella mantiene su palabra firme, que no quiere saber nada de ti. Lo siento, Philip.

Se oye un suspiro. Philip habla:

P: Bueno. Al menos dile que...

Se oye un guardia decirle que su tiempo se acabó, se oye un pitido y se acaba la llamada.

Al apagar el teléfono, me doy cuenta que la casa de Becky está a una cuadra. Camino la distancia, y llego a su casa, una casa de un piso con fachada color blanco.

Ella sale y se apoya en el marco de la puerta, y me llama:

B: Hola!! Ven aquí, Matthew!!

Me acerqué y la saludé. Le doy un abrazo amistoso y me deja entrar.

M: Y....  cómo estás?

B: Mejor que antes. Ya que Philip no va a volver a interferir en mi vida, puedo aprovechar que tú estás aquí, y...

Toma una pausa mientras me acaricia el hombro. Me pongo nervioso de nuevo.

B: ... Puedes ayudarme.

M: Bueno, cariño. Podemos sentarnos y hablar del tema.

Nos sentamos en la sala de estar, en un sofá grande con una mesa al frente. Pongo los papeles en la mesa y le digo:

M: Y bueno. Aquí están los papeles en los que dicen que la hipoteca de la casa pasa a nombre tuyo, si el propietario incumple en el pago, o si está sujeto a un proceso penal.

Diablos!! Debo decirle algo que la haga cambiar de parecer.

B: Ah, listo. Sólo debo firmar y ya. Cierto?

Toma el bolígrafo y estaba a punto de firmar, cuando yo le dije:

M: Estás segura de hacer esto? En mi punto de vista, esto es algo injusto con Philip. Sólo digo, que yo podría meterme en un problema legal serio.

B: A ver, Matthew Morrison. Estás defendiendo a Philip?? Estás de su lado o qué??

Y ahora qué me invento??

M: No, no. Perdóname, es por los nervios del asunto. No quiero tener que pagar una multa o algo así.

Ella da un suspiro.

B: Qué bueno! Al menos eres abogado, y podrás explicar lo del asunto.

Y pone su firma en el papel. Una ráfaga de miedo me invade.

Lo siento, mi hermano.

Nos ponemos de pie, y me da un abrazo.

B: Gracias, Matt. Tú eres el único en quién puedo confiar ahora.

Mientras me abraza, siento un calor dentro de mí.

No, ni se te ocurra besarla o algo. Eso sería romper mi amistad con Philip.

Pero entre más me abraza, más me siento halagado, atraído. Ella cree que soy su héroe. Pero, cuando se aparta de mí por un segundo, sentí una voz dentro, diciéndome y la bese, que no la dejé ir. Como un hechizo, un poder.

Me aparto, miro sus ojos por un segundo. No lo puedo resistir más.

Me acerco a sus labios suavemente, cierro los ojos y, y.....

Ocurrió.

UNA FLOR DE SANGREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora